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La Habana.– LÁZARO Alfonso Pluma irradia modestia. Pocos conocen que se trata del único cubano capaz de escalar el podio del kumité en una copa mundial de karate, el mejor desempeño del mayor archipiélago caribeño en ese arte marcial.
Corría el mes de marzo de 1984 cuando una delegación de 10 atletas, junto a los entrenadores Ramiro Chirino y Manuel Suárez Leyva, representó a Cuba en la I Copa Mundial de Karate de Budapest, en Hungría.
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IBA POR un helado y acabó en baloncestista. Dos años después de aquel pasaje ya integraba el equipo nacional en la época dorada de esa disciplina en Cuba.
Su estatura de 1,83 metros llamó la atención de los técnicos. Entonces, sin pasar por las escuelas de iniciación deportiva (Eide), debió aprender la técnica de una disciplina que apenas conoció a los 14 años de edad.
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Sancti Spíritus.- A EDISBEL Martínez Rodríguez no la escuché hasta que pactamos esta entrevista. Y en el diálogo, incluso, resultó todo un reto “sacarle” las palabras.
Tímida, muy tímida… así se muestra hasta en su círculo de amistades esta espirituana dedicada al deporte por mera casualidad: tomó en sus manos el arco cuando cursaba la escuela secundaria y años después se convirtió en parte del grupo cubano debutante en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
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SANTA Margarita Skeete Quiñones no imaginaba convertirse en la mejor basquetbolista de Cuba, ni figurar entre las destacadas a nivel mundial, cuando protagonizó la noticia del día en el antiguo periódico Surco de su natal Holguín con un hecho bastante alejado de lo deportivo.
«La niña que cayó al pozo con un kilo en la mano y no lo soltó» fue el titular entonces y todavía no lo olvida. Y es que esta mujer de 69 años de edad (1950, noviembre 1), con físico de atleta aún, sonríe con la misma picardía de quien llegó al equipo nacional con 14 “abriles” y debutó con uno más en los X Juegos Centrocaribes de San Juan, Puerto Rico, en 1966.
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La Habana.- AUNQUE habla más cuando no hay micrófonos de por medio, Roberto Hernández intentó superar las circunstancias propias de una entrevista, por demás pactada con pocas horas de antelación, y se mostró encantado de reencontrarse con sus recuerdos, con sus mejores momentos y con aquellos que no repetiría.
En el piso 20 del edificio en que reside, en una de las más conocidas esquinas de La Habana, la de Tejas, nos recibió quien durante años calificara entre los mejores corredores de 400 metros del mundo, rival de cuidado para estrellas estadounidenses a las que derrotó en no pocas ocasiones.
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La Habana.- NO FUE dueña, siquiera, de un oro panamericano en su carrera como judoca, pero ya guio dos títulos en juegos paralímpicos y ansía un tercero en la edición de Tokio 2020.
En su mejor etapa como atleta coincidió en la categoría con estelares como Estela Rodríguez, Daima Beltrán y la entonces muy joven Idalys Ortiz.
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