EN MATERIA de diagnósticos sobre la recreación física comunitaria existen diversos conceptos, modelos, criterios y experiencias prácticas.
Algunos lo visualizan como el conjunto organizado de acciones que codifican las preferencias y deseos de una comunidad; que da respuesta a preguntas claves y necesarias para identificar de qué disponemos y poder determinar el deseo y los recursos reales para alcanzar los fines deseados; y que predice algunos de los impactos y consecuencias de las acciones que se proyectarán.
Desde otra perspectiva, el diagnóstico analiza los resultados de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, y continúa con una fase en que se refleja la potencialidad, la vulnerabilidad y la posición competitiva.
Además establece las áreas de resultado clave, la selección de estrategias, la definición de objetivos, el plan de gestión y los programas y proyectos de acción, seguidos de una fase de ejecución y control que comprende desde la organización hasta la evaluación y retorno de los impactos. Así se cierra el ciclo de gestión.
Resulta interesante apreciar como algunas instituciones y organizaciones a nivel mundial, cuyo encargo social es la gestión del deporte, la Educación Física y la recreación, parten del análisis de factores socio-culturales, económicos y del entorno; de diagnósticos estratégicos y de diversas experiencias asociadas a la identificación de los factores internos y externos.
Otras implementan modelos de diagnóstico que registran una distribución física y financiera de las metas, así como los recursos humanos, la adquisición de materiales y la planificación presupuestaria. Realizan un diagnóstico por proyectos, atienden los principales problemas de los diferentes grupos etarios y determinan las potencialidades locales para el cumplimiento de los objetivos.
En estudios realizados sobre el desarrollo y la transformación integral de los barrios en situación de vulnerabilidad, se ha podido conocer el escenario comunitario con sus hábitos, costumbres y tradiciones, lo que conforma el elemento sociocultural. Este enfoque se ha tratado mediante dos vertientes: el cultural y el del trabajo comunitario, por ser el de mayor calado para el desarrollo humano, pues permite dialogar con el resto de las intervenciones.
De ese modo se ha llegado a distintos grupos poblacionales para aunarlos al proyecto y transformar conductas inadecuadas desde el punto de vista individual, familiar y comunitario.
El diagnóstico se apoya en conocimientos teóricos y experiencias prácticas sobre la realidad. Suele ser parcial al tiempo que se trata de una actividad permanente. Los conocimientos que van obteniéndose sobre un problema nunca serán completos, dada la complejidad y dinámica del mundo circundante.
El ejercicio ha de desembocar en conclusiones prácticas, no en la mera sumatoria de datos. También implica conclusiones para trazar la política a seguir y las acciones apropiadas para modificar la situación actual a través de proyectos. El diagnóstico es la instantánea del fenómeno social que se estudia.
El modelo de diagnóstico de la recreación física comunitaria que hemos aplicado a lo largo de nuestra trayectoria se ha centrado en el estudio de la cultura local, los escenarios de actuación, los rasgos de identidad, las características socioeconómicas, las necesidades principales, la relación demanda-oferta, los procesos de gestión y la participación comunitaria. Todo ello nos ha conducido a la definición objetiva del problema.
|