Santiago de Chile.- LOS ARQUEROS cubanos se despidieron hoy de los XIX Juegos Panamericanos con una sensación agridulce, porque algunas actuaciones destacables no les alcanzaron para avanzar todo lo que hubiesen deseado.
La nota más alta la pusieron los varones, mejorando un récord nacional durante la ronda de ordenamiento, ganándose todos un puesto en los octavos de final de la justa individual. Incluso Juan José Santiesteban y Javier Vega, los menos expertos de la formación, consiguieron superar esa instancia.
Para ello lanzaron sus flechas con precisión, única forma de liquidar a dos “bestias” de este deporte, como el canadiense Eric Peters y el brasileño Marcus D´Almeida, plata y bronce en el más reciente certamen universal.
A Javier le cerró luego las puertas de las semifinales Jackson Mirich, un sudcoreano nacionalizado estadounidense, dueño de resultados de alto nivel en eventos internacionales. El marcador de 0-6 dejó insatisfecho al joven espirituano, aunque ganarse un puesto entre los ocho mejores del continente debe llenarlo de orgullo.
«Hoy fue un día malo para mí, pero no podemos calificar la competencia por lo que sucedió en cuartos de final. Ganarle a D´Almeida me alegró y es un recuerdo que me empujará a seguir creciendo», aseguró con la mente puesta desde ahora en las correcciones previas al clasificatorio olímpico, en abril del año próximo.
Similares sensaciones encontradas experimentó Juan José -o JJ en el mundillo de dianas y flechas-, el último en sumarse a la tropa bajo el mando de Reiter Téllez, y que dio muestras de su prometedor futuro en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.
«El primer día rompí mi marca personal y luego avancé a cuartos de final. Creo que es un buen saldo para ser mi primera vez en unos panamericanos, aunque realmente siento que podía hacerlo mejor», comentó poco después de caer 2-6 ante Matías Grande, el principal hombre de México en estos momentos.
«Me llevo muy buena experiencia de estos Juegos. Estar aquí es darnos cuenta que no estamos lejos de lo que queremos», reconoció antes de expresar palabras de reconocimiento y aliento para Hugo Franco, el líder del trío.
El pinareño atravesó recientemente una compleja situación personal que por momentos le alejó de la preparación. A pesar del mal momento se presentó en el Centro de Tiro con Arco de Peñalolén con enormes deseos de aportar y su maestría no defraudó.
Su eliminación en octavos de final ante el estadounidense Brady Ellison no debe sorprender, aunque en lo personal prime la insatisfacción de haber cedido 1-7 ante uno de los grandes favoritos para conquistar la corona.
«Lo más difícil es aceptar que no logré lo que puede llamarse el proceso de adaptación al duelo, y los días de entrenamiento perdidos al final me pasaron factura. Uno se traza metas ambiciosas por el compromiso que asumes con tu equipo, con la gente que te ayuda y por eso no puedo estar satisfecho», reconoció Hugo, sin todavía recuperarse del fallecimiento de su madre hace pocas semanas.
La última incursión cubana en el certamen la protagonizó el equipo mixto formado por JJ y Larissa Pagán. Se estrenaron en el cuadro principal con triunfo de 5-1 sobre Nicholas D´Amour y Anne Abernathy, de Islas Vírgenes Británicas, pero cedieron 2-6 en el cruce de cuartos de final con los estadounidenses Ellison y Casey Kaufhold.
El elenco femenino se completó con Maydenia Sarduy y Yailín Paredes, quienes no exhibieron aquí sus mejores dotes. Las discretas marcas conseguidas en la doble vuelta a 70 metros lastraron sus posibilidades, como reconoció el entrenador Vladimir Quintas.
Esas tiradas condicionaron que comenzaran los matches individuales enfrentando a las mejores figuras de la justa, que terminaron imponiendo su mayor nivel para forzar sus tempranas despedidas.
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