La Habana.- EN UN ameno intercambio que tuvo a Fidel como figura imprescindible devino hoy el homenaje de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), que el próximo jueves celebra su aniversario 57.
El teatro de la Escuela de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado se colmó de anécdotas, recuerdos y sobre todo felicidad por parte de aquellos que sienten el sno orullo de ser parte de un movimiento que puede mostrarse como uno de los mayores logros del país.
«No podemos hablar de la Revolución si no se habla del desarrollo del deporte cubano. Gracias a él la Revolución ha ido transformándose, creciendo, al tiempo que el deporte ha ido enriqueciendo y cosechando más éxitos y honores», aseguró la Secretaria General de la FMC Teresa Amarelle Boué, quien entregó un diploma a los exponentes del sector.
«Este es un homenaje a todos los que han hecho posible que el deporte sea orgullo de la nación y por eso estamos aquí en nombre de la Federación de Mujeres Cubanas, dándole continuidad a toda esa tradición», agregó la también miembro del Buró Político del Partido, feliz por saberse rodeada de varias glorias en acto encabezado por el vicepresidente del INDER Osvaldo Vento.
La campeona olímpica de jabalina María Caridad Colón, la reina universal de judo Estela Rodríguez y la reconocida baloncestista Dalia Henry estuvieron entre los llegados a la cita, propicia además para abundar en publicaciones dedicadas a las féminas como el libro “Mujeres y Revolución” y el más reciente número de la revista Muchachas.
«En cada pétalo está el reconocimiento de las cubanas hacia usted por cada logro», dijo Amarelle Boué al entregar un ramo de flores a María Caridad, quien lo recibió en nombre de las glorias, en tanto la esgrimista Yaritza Boulet lo hizo como representante de la actual generación.
La propia Estela con su habitual jovialidad, la baloncestista Georgina Vázquez y la voleibolista Flora Lorenzo, las dos últimas miembros de la delegación centroamericana de Panamá 1970, fueron las encargadas de agradecer las felicitaciones y hacer públicas sus vivencias con el Comandante en Jefe.
Típico al modo cubano y feliz como lo merecía el momento llegó el cierre a ritmo de canciones y baile.
|