La Habana.- «ENTREGARNOS aún más es la palabra de orden para nuestro deporte», manifestó a JIT Osvaldo Idel Martínez Arias, recién elegido presidente de la Federación Cubana de Voleibol (FCV).
«Somos parte de un colectivo con experiencia y deseos de trabajar, inspirado en el propósito de que retome los planos estelares que merece y exige nuestro pueblo», resaltó el directivo, con más de cuatro décadas vinculado a esta disciplina, desde que la abrazó como jugador en su Camagüey natal.
«En 1986 comencé la carrera de profesor de educación física en la EPEF Manuel Fajardo de la capital agramontina, donde me gradué en 1990. Un año después, tras cumplir con el Servicio Militar General, me incorporé a un área especial en el municipio Carlos Manuel de Céspedes, frente a niñas de la categoría 11-12 años», recordó.
Fue llamado a trabajar con las juveniles en la ESPA provincial y debutó con medalla de oro en un campeonato nacional juvenil, celebrado en el propio Camagüey. Atletas como Yumilka Ruiz y Liana Mesa, por citar algunas de las más relevantes, eran parte de aquella generación.
Trabajó en una clínica internacional de salud y sumó cinco años en la administración y dirección de la villa deportiva de aquella provincia.
En sus recuerdos, un lugar especial para la Eide Cerro Pelado, donde laboró entre 1999 y 2014. «Fue una gran experiencia como entrenador con equipos escolares y juveniles, con la satisfacción de promover a varios atletas a centros nacionales», comentó.
En medio de ese período, cumplió misión internacionalista en Venezuela, con equipos de las unidades de talentos deportivos de Maracaibo selecciones del estado Zulia.
«A mi regreso me incorporé a mi trabajo con las juveniles, y en 2014 me promovieron a comisionado provincial, responsabilidad que cumplí durante cinco años», agregó en torno a un período de saldos importantes para el territorio.
En 2017, por ejemplo, la conquista de seis medallas de oro y una de bronce, distribuidas entre pioneriles, escolares y juveniles, y bronce en primera categoría femenina, conformaron un botín de alto vuelo.
Interrogado sobre su llegada a la comisión nacional, precisó que como parte de su preparación esta le asignó responsabilidades en diferentes eventos nacionales e internacionales.
Y en 2019 inició su labor como metodólogo en esa estructura, en la que compartió con el entonces al presidente de la federación la organización y tramitación de los contratos de jugadores en ligas extranjeras, y el proyecto del sistema competitivo.
En 2021 la asamblea de la FCV lo eligió como secretario general, y hace apenas unas horas asumió como presidente.
«Es una nueva etapa en nuestro crecimiento profesional, que enfrento lleno de muchos compromisos con el voleibol y con mi país, consciente de los muchos retos que implica, pero motivado, con la responsabilidad y el amor que siempre hemos profesado por este deporte», enfatizó.
Destacó como fortaleza los compañeros que le rodean, muy en especial saberse entre dos leyendas de su provincia como Mireya Luis, vicepresidenta, y Yumilka Ruiz, vocal y comisionada nacional.
«Constituye una satisfacción inmensa compartir esfuerzos en pos del desarrollo del voleibol en Cuba», sentenció, y resaltó también la presencia en el Ejecutivo de Lorenzo Martínez, medallista de bronce olímpico e igualmente comprovinciano.
«Mireya y Yumilka son fundamentales en los objetivos propuestos, sustentados en la unidad desde criterios que tributen a metas afines, convencidos de su papel para el ciclo que ya comienza con muchos compromisos que requieren de nuestra entrega diaria», aseguró.
En ese sentido comentó que además de la Liga de Naciones masculina y los mundiales de mayores en ambos géneros, Cuba también tiene por delante las lides de orbe varoniles sub-19 y sub-21, los Juegos Panamericanos Júnior, con equipos en sala y playa, y que en esa última modalidad se enfrentan el Pro Tour Mundial y el circuito Norceca, rumbo al campeonato absoluto.
«Para la Liga de Naciones ya los jugadores fundamentales se incorporan paulatinamente, y varios de ellos ya están bajo la supervisión del colectivo técnico.
Previo al inicio en la primera semana en Brasil, debemos asistir a dos partidos preparatorios con la selección de Argentina en San Juan. De allí saldremos a Río de Janeiro».
«Los retos son difíciles, más cuando la situación actual no es favorable, pero la federación tendrá que buscar las alternativas necesarias para darle solución para cumplir con nuestros objetivos. Esto exige esfuerzos, sacrificios y mucha entrega de cada uno de nosotros, que queremos ver a nuestro voleibol en lo más alto».
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