La Habana.- «LA MISIÓN del árbitro en un juego de pelota es mostrar su profesionalidad porque el público exige mucho. Entonces, mientras menos "se vea", mejor y más tranquilo será el trabajo».
Así piensa el avezado Luis César Valdés Magrán, jefe técnico del arbitraje del beisbol en Cuba, en alusión directa a la misión que tienen los encargados de impartir justicia de superarse cada día más y saber que no son los protagonistas del juego.
«Aunque parezca contradictorio, el árbitro está mucho más presente en un partido cuando menos se ve. Eso significa que su buena preparación está dando lugar a que ni jugadores, ni los mánager protesten sus decisiones», explicó.
«En nuestro beisbol eran demasiadas las protestas, por lo que se ha incrementado el rigor en relación con la disciplina, algo que respaldamos desde el arbitraje. No es sinónimo de expulsión, aunque sí de hacerla acatar, convencidos de que siempre hay algo que aprender de cada juego», precisó.
Valdés trabajó en esta función durante 27 series nacionales. «Muy joven en mi natal Santa Clara, discutí con un árbitro, quien me dijo que esa era una profesión muy difícil. Y me retó a que asistiera a un curso. Entonces fui por el reto, no por el arbitraje que apenas conocía», recuerda sobre sus primeros pasos en este mundo.
Pero cuenta que aprobó como quinto expediente y luego vino a otro en La Habana.
«Navegué con mucha suerte, pues ese fue un año de retiro de varias figuras longevas en este trabajo y pude quedar como suplente. Me fui superando, y al cuarto año me designaron la misión de ser jefe de grupo», narró.
Representó a Cuba en dos Clásicos Mundiales, dos Juegos Olímpicos, cinco Campeonatos Mundiales, cuatro Copas Intercontinentales, igual cantidad de Juegos Centroamericanos y del Caribe, y también de Juegos Panamericanos.
Además, se desempeñó en las ligas profesionales de Italia y Nicaragua, en tanto en Venezuela impartió varios seminarios y trabajó en algunos partidos.
«Pero lo más importante de mi carrera fueron los dos juegos contra los Orioles de Baltimore, una experiencia especial porque se encontraba involucrado el Comandante en Jefe. Fue muy agradable estar con él. Los directivos del beisbol allá fueron muy amistosos y no tenían nada que ver con las provocaciones que sufrimos por una parte del público», aseguró.
Retomar la Escuela de Arbitraje, en Santa Clara, es uno de sus sueños. «La creó e hizo funcionar nuestro actual Primer Secretario del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez cuando dirigía en Villa Clara.
»También tuvo el apoyo de Humberto Rodríguez, presidente del Inder en aquellos años. Hay que hacer lo imposible por traerla de vuelta e incluir a profesionales capaces de realizar allí un buen trabajo», finalizó.
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