La Habana.- COMO contrario de Costa Rica iniciará el equipo cubano su paso desde este jueves en la II Olimpiada Online de Ajedrez, que ya definió la integración de sus grupos para la división dos.

La selección de la Isla quedó ubicada de manera directa en el grupo E de este nivel, pactado del 2 al 4 de septiembre con la participación de 10 conjuntos, de los que solo tres accederán a la siguiente fase.

Paraguay, El Salvador, Bolivia, Jamaica, Guatemala, Chile, Ecuador y Colombia serán los otros rivales de los antillanos en el certamen, que se disputará con enfrentamientos a 15 minutos (más 5 segundos de incremento luego de cada movida) y a través de la plataforma de juego del sitio www.chess.com.

Los campeones nacionales Carlos Daniel Albornoz y Lisandra Ordaz lideran el elenco caribeño, que como el resto de los involucrados incluye de manera obligatoria a hombres y mujeres, así como dos jugadores menores de 20 años.

Además del elenco cubano, en la división dos aparecen otros 34 definidos de manera directa, más 15 que avanzaron desde la división tres. Entre estos últimos aparecen Malasia, Escocia, Irlanda, Bolivia y Venezuela, ganadores de sus respectivos apartados.

Angola y Líbano también accedieron a la fase por comenzar y su mérito es mayor, pues fueron los únicos países que vienen ascendiendo desde la división cuatro.

Los organizadores resaltaron también el excelente desempeño de los venezolanos, únicos con actuación perfecta de 18 puntos, y que ahora competirán en el grupo D junto a México, Brasil, Eslovenia, Uruguay, Argentina y Sudáfrica, entre otros.

El principal objetivo de todos los conjuntos es acceder a la top division, algo que solo conseguirán los tres mejores en cada uno de los cinco grupos formados para la presente etapa.

Hace un año la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) lanzó este certamen para incentivar la competición en medio de la pandemia de la covid-19, causante de la suspensión de la mayoría de los eventos presenciales.

Aunque ya se han ido recuperando algunos torneos cara a cara, el juego virtual sigue ocupando espacios y cumpliendo sus funciones como otra manera de vivir el ajedrez.