Tokio.- AUNQUE no transita por su mejor momento, la pertiguista griega Katerina Stefanidi buscará aquí ahuyentar el fantasma de las lesiones, y saldrá al Estadio Olímpico enfocada en retener la corona conquistada hace cinco años, un reto complicado frente a otras mujeres que en la actual temporada exhiben mejores resultados.
La también campeona mundial de Londres 2017 es sexta del actual ranking con 4.80 metros y en su última competencia grande, el certamen del orbe de Doha 2019, se tuvo que conformar con el bronce. Verla este lunes en la noche en la ronda de clasificación servirá como “diagnóstico” previo a un examen final marcado por la incertidumbre.
El salto con pértiga para mujeres es una de las pruebas más nuevas dentro del programa del atletismo olímpico, pues apenas fue incluida en la cita de Sídney 2000. Desde entonces, la única que ha firmado par de reinados es la rusa Yelena Isinbayeva, monarca en las lides de Atenas 2004 y Beijing 2008.
Suyo es también el salto de 5.05 metros inscrito como récord olímpico desde el certamen celebrado en la capital china, al parecer fuera de peligro ahora, teniendo en cuenta que nadie ha superado los 4.95 metros en los que va de año.
Ese registro lo exhibe la estadounidense Katie Nageotte, una mujer que no tiene todavía premios de máximo rango en su carrera. Finalista mundial y subcampeona panamericana en Lima 2019, sueña ahora con mejorar esos antecedentes.
Precisamente en Lima fue derrotada por la cubana Yarisley Silva, otra de las que buscará un cupo en la lucha por los premios, y aunque llega aquí con marcas discretas, ha demostrado impresionante capacidad de superación y garra en los momentos cumbres.
Subcampeona de Londres 2012, la guerrera Yarisley ha competido muy poco en la actual campaña. Apenas muestra un salto de 4.60 metros como referente este año, altura que deberá superar ampliamente aquí para incluirse en el grupo de candidatas al trono.
La rusa Anzhelika Siderova, ahora compitiendo bajo la bandera del comité olímpico de su país, es la segunda del ranking (4.91) y viene de ganar en Doha 2019, precedentes para considerar la posibilidad de una consagración en la capital nipona.
La británica Holly Bradshaw (4.90), la estadounidense y subtitular de Río 2016, Sandy Morris (4.84), y la australiana Nina Kennedy (4.82) completan la lista de las que más “suenan”, si se tiene en cuenta el escalafón del año.
TIPS OLÍMPICOS EN LA PÉRTIGA (F):
- Isinbayeva es la única con tres medallas, pues a los oros de 2004 y 2008, sumó luego un bronce en Londres 2012.
- El máximo de participación en una prueba con tan pocas ediciones es de cuatro, y la propia rusa es una de las incluidas en ese grupo, pues antes de ser medallista se fue sin marca en Sídney 2000.
- Rusia y Estados Unidos se comparten a partes iguales el liderazgo de cantidad de oros con dos cada uno.
- La plata de Yarisley se concretó con 4.75 metros, a una altura que le valió para ganar a la estadounidense Jennifer Suhr, porque tenía menos fallos anteriores.
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