Asunción.- LAURENT Estrada dijo adiós al Centro Olímpico Acuático de esta ciudad con sensaciones encontradas. Por un lado, le reconforta haber sido el referente de Cuba en la natación de los II Juegos Panamericanos Júnior, pero siente que pudo tener mejores desempeños.
Un récord nacional (1:03.32 minutos) en los 100 metros, estilo espalda, el avance a tres finales -una A y dos B-, así como la capacidad de mejorar sus cotas personales en tres ocasiones, ilustran una actuación que merece elogios.
Sin embargo, la villaclareña de 21 años de edad, y que desde hace tres lustros sale muy poco de las piscinas, no anda del todo satisfecha. Asegura que disfrutó la competencia, de la que se lleva valiosas experiencias para lograr todo lo que se ha propuesto en el presente ciclo.
Algunas molestias, ya presentes durante su participación en el reciente Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos celebrado Singapur, quizás lastraron mejores desempeños, aun cuando se siente sorprendida por el elevado nivel encontrado en esta competencia.
Sin reparar en esas circunstancias, Laurent regresa a casa con cierta tranquilidad para seguir soñando en grande.
«La meta sigue siendo llegar a unos Juegos Olímpicos», confiesa y sonríe, porque sabe que es ambiciosa, pero no imposible. De ese propósito y varios detalles de sus más recientes presentaciones conversó con JIT, tras su última entrada a la piscina.
¿Qué sabor te dejan estos resultados?
Creo que fue una experiencia con altas y bajas, porque aunque he mejorado mis marcas, no logré llegar a lo que quería. De todas formas, estoy feliz con los resultados. Sobre todo porque volví a lograr un récord nacional, luego de un año sin conseguirlo.
¿Esperabas encontrar tan elevada exigencia?
Ha sido una competencia fuerte, de mucho nivel y no esperaba que fuera así. Hemos visto algunos tiempos que parecen de un campeonato del mundo. Nosotros nos preparamos fuerte para esta competencia y nos sirvió para ver a muchos de los rivales que tendremos en Santo Domingo (Juegos Centroamericanos y del Caribe), el año próximo.
Lesionada antes del Mundial de Singapur y en poco tiempo llegas aquí y mejoras varias marcas. ¿Qué se necesita para conseguir algo así?
Cuando uno no está al cien por ciento, debe tratar de hacerlo lo mejor, de sobreponerse al mal momento y no hay una fórmula, solo salir a darlo todo. Por eso creo que al final esta competencia me fue bien, al igual que en Singapur.
Luego de 15 años dedicada a un deporte tan exigente, ¿cómo te reinventas para asumir el agotador entrenamiento diario?
Es un deporte en el que necesitas constancia, pero sobre todo disciplina. Hasta cierto punto es aburrido entrenar y por eso tienes que imponerte… hacerlo aunque estés cansada. Si no te impones metas, nunca podrás conseguir nada.
Lo peor del día a día…
Hacer kilómetros, esas series largas… me matan. Eso es lo más difícil.
¿Qué te inspira?
Pensar que cada vez que salgo a la piscina voy a romper el récord nacional. Siempre es eso lo que tengo en mente.
¿Cuál prefieres entre todos los eventos que haces?
Me gusta el de 100 metros espalda. Creo que tiene el equilibrio entre velocidad y resistencia y por eso se me da mejor. El de 50 metros es muy rápido y todavía tengo fallos técnicos en la arrancada, lo que me limita un poco para mejorar mis tiempos. Y por otra parte, el de 200 es demasiado largo y en las vueltas también tengo que mejorar.
¿Sueños inmediatos… y a más largo plazo?
Lo más cerca, una medalla en los juegos centroamericanos del próximo año, y a más largo plazo siempre será llegar a unos Juegos Olímpicos.
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