Foto: Cortesía del entrevistado
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La Habana.- ORLANDO Calvo está de vuelta en las canchas de fútbol y por lo alto, tanto, que resultó el héroe de la remontada de su equipo, el Inter de San Carlos, en los cuartos de final de la Liga de Ascenso de Costa Rica.
El defensor cubano resultó el más valioso en el partido de vuelta ante Guadalupe, que dominaba la serie 2-1, pues luego de que su compañero Andrés Gómez pusiera el empate en el global, él anotó el de la ventaja al 44' con un cabezazo violento que se coló por un ángulo de la portería.
Y no solo eso, sino que jugó noventa minutos como defensa lateral derecho, colaborando a que los suyos dejaran el arco imbatible.
Calvo llegó al fútbol en Costa Rica luego de excelentes actuaciones con la selección cubana, pero el director técnico de Limón Black Stars, David Navarro, no supo apreciar su talento en justa dimensión.
Eso le llevó a recalar desde la costera localidad de Limón, hasta San Carlos, en Alajuela, un viaje que realizó cargado de ilusiones, pero otro traspiés frenó su continuidad… y no solo uno.
«Primero me fracturé del arco cigomático y necesité de intervención quirúrgica, por lo que estuve un mes fuera. Regresé y sufrí otra lesión, esta en el dedo gordo del pie izquierdo, eso me alejó otro mes de las canchas, pero gracias a Dios ya estoy recuperado y jugando semifinales con mi club», relató a JIT el artemiseño.
Quien no conozca su carácter y su talento debería ver aquel partido entre Honduras y Cuba en la eliminatoria mundialista. La manera espectacular en que anuló a Luis Palma, el jugador al que apuntaban los reflectores de los grandes escenarios del fútbol en la vieja Europa y se encontró una sombra: un perro de presa respirándole en la nuca y haciéndole la noche más larga de lo que pensó.
Por eso no se conforma con poco, y aunque sabe que es difícil su objetivo piensa en el ascenso, ese que pelean 18 equipos y solo uno consigue.
«Mis aspiraciones son las de ganar este torneo, ascender y el próximo año jugar en primera división, con esas ganas salgo al terreno, a competir con todo, que es la única forma de lograrlo», explica.
Por lo pronto deberán enfrentar a Escorpiones, en la ida de semifinales que jugarán el 30 de abril, como visitantes.
Y a esa instancia llegó también Jicaral Sercoba, que cuenta en sus filas con el portero cubano Nelson Johnston y su compatriota Romario Torres y jugará el 1 de mayo.
En frente tendrán al Fútbol Consultants, dirigido por Yunielys Castillo, que cuenta con el arquero Yurdy Hodelin, y los hermanos Aniel y Elvis Casanova, miembros todos de las selecciones nacionales de mayores y de la sub-20 años que jugará la Copa del Mundo a finales de este año.
Sin embargo, Orlando tiene otras añoranzas, las lesiones le llevaron a perderse las preliminares de Copa Oro 2025 ante Trinidad y Tobago, y desea volver a la selección cubana.
«Tengo muchas ganas de regresar con la selección, muchas la verdad. Me perdí la anterior convocatoria, pero me siento listo para estar de nuevo, todo depende del llamado del cuerpo técnico aunque yo estoy listo para aportar a mi selección», asegura.
Y no solo deja ver su nostalgia y sus ganas de representar a su país, sino que le confiere el máximo valor en su carrera deportiva y no esconde el amor que le profesa.
«Donde quiera que llego siempre digo que la selección cubana para mí es el amor soñado. Desde que comencé a jugar este deporte siempre fue mi sueño y siempre estaré orgulloso de poder portar la camiseta de mi país y poder representarlo».
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