Taipéi.- LA SELECCIÓN cubana perdió hoy 6x7 ante el invicto y monarca Japón en el grupo B, y se despidió de cualquier posibilidad de avanzar a la fase de Súper Ronda del Torneo Premier 12 de beisbol.
Los cubanos, que archivan un éxito y tres fracasos en la justa, nunca se rindieron y pelearon de tú a tú contra el favorito cuadro nipón, en lo que fue el primer enfrentamiento entre ambos equipos en la historia del certamen. Y los asiáticos, pese a batear menos, decidieron a su favor en el Estadio Tianmu de esta ciudad.
Bajo una llovizna persistente, que inició mucho antes de comenzar el choque, el elenco de los samuráis conectó ocho jits. El derecho Raymond Figueredo abrió por Cuba y permitió una carrera en la segunda entrada, cuando cedió una base por bolas y dio un pelotazo antes del jit propulsor del bateador designado Keita Sano.
Y en el tercer inning asimiló otra, con par de jits y un boleto. A su rescate llegó entonces Yusniel Padrón –no le anotaron–, pero permitió elevado de sacrificio y la carrera se la cargan a Figueredo.
Padrón fue sustituido por Geonel Gutiérrez, quien registró dos ponches. Pero en el cuarto capítulo toleró una y un inning después permitió otra, pues dejó corredores en base y hubo jit impulsor de Shugo Maki ante un envío del también relevista Frank Luis Medina.
La quinta raya de los japoneses fue a la cuenta de Medina, y luego tampoco le marcaron a Darío Sarduy.
Aunque la desventaja parecía definitoria, el equipo cubano, que había fabricado una en el cuarto inning, mostró su garra añadiendo tres en el sexto, impulsadas por un doble de Yadir Drake y sencillos de Erisbel Arruebarruena y el emergente Yoan Moncada, que le dejó a una del empate (4x5).
Ante la nueva situación el mentor Armando Johnson le entregó la bola a Liván Moinelo –quien padeció hasta ayer de problemas estomacales–, y el zurdo tampoco demostró su verdadera valía este domingo, pues permitió un imparable, propinó un pelotazo y concedió dos boletos, uno de ellos con los ángulos congestionados.
Con ello no disminuyó el afán de triunfo del equipo cubano, que nunca se dio por vencido. En el séptimo acto un error en tiro a primera base del relevista y ganador, Tatsuya Shimizu, propició el empate 6x6 en el marcador.
Pero el octavo los nipones sentenciaron el choque ante Moinelo, después de costoso error de Arruebarruena que permitió impulsar a Ryoya Kurihara con elevado de sacrificio.
La tropa de la Isla amenazó nuevamente con la remontada en su última oportunidad al bate, gracias a cañonazos de Alfredo Despaigne y Ariel Martínez. Sin embargo, tras un pelotazo a Arruebarruena que llenó las bases, el cerrador Shoma Fujihira ponchó a Moncada y Andy Cosme para abortar la rebelión y asegurar la clasificación de su equipo.
«Todos sabemos que estábamos ante un gran equipo, campeón de la edición anterior, y nos sentimos satisfechos porque los nuestros nunca se dieron por vencidos y lucharon hasta el final», afirmó Johnson en la habitual conferencia de prensa después del juego.
«Ese fue el espíritu que siempre nos acompañó durante el partido, y así peleamos todo el tiempo, aunque se cometieron imprecisiones que influyeron en el resultado», dijo el técnico, quien reconoció el esfuerzo de Moinelo, al pedir la pelota pese al malestar que le afectó hasta este sábado.
Con balance de 1-3 Cuba se despedirá este lunes del torneo con un partido puramente de trámite ante el representativo de China Taipéi.
En el otro duelo de este sábado, la selección anfitriona venció a Australia 11x3 y avanzó junto a Japón a la fase decisiva de la Súper Ronda, en la que se unirá a Estados Unidos y Venezuela, ambos clasificados por el grupo A.
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