Santiago de Chile.- EL CUBANO Leuris Pupo lo ha hecho otra vez. En una gran competencia como los XIX Juegos Panamericanos se ha empinado hacia lo más alto del podio sin importar la edad y los obstáculos que se interponen en su preparación. 

Tras acabar en quinto lugar la primera fase de la pistola tiro rápido a 25 metros, este sábado, sobrevino una transformación dominical de cara a la ansiada corona...

La segunda parte de la etapa preliminar la dominó con 292 puntos (series de 99, 95 y 97 puntos) y ya todos sabíamos que estaba en condiciones de reinar, sobre todo por su valor y seguridad a la hora de afrontar las finales.

A la línea de tiro del polígono Pudahuel, en las afueras de esta ciudad, se presentaron por las medallas además el venezolano Douglas Gómez, los estadounidenses Henry Leverett y Keith Sanderson, y los peruanos Marko Carrillo y Kevin Altamirano.

El ganador, tras un máximo de ocho series de cinco disparos en cuatro segundos cada una, se llevaría la corona de una de las pruebas más llamativas del tiro deportivo. Eso sí, a partir de la cuarta ronda el de peor puntaje quedaría eliminado.

Las dos primeras series de disparos resultaron discretas para casi todos los finalistas, pues la presión –sin duda- hacía su parte en la competencia.

Luego, Pupo salió de la pereza y se enfiló a la victoria con una decisión admirable… Sus primeras tiradas de tres y un puntos quedaron en el olvido, pues eslabonó notas de 4-5-5-3-5-4 para totalizar 30.

Las medallas de plata y bronce correspondieron al venezolano Douglas y el estadounidense Leverett, con puntuaciones de 26 y 23, respectivamente. Además se adueñaron de los dos boletos olímpicos en juego.

Pupo anotó su cuarta presea en estas lides, tras imponerse en Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, y acabar con el metal de plata en Lima 2019, superado por su compañero Jorge Félix Álvarez, ahora ausente de la final por un punto.

«Aunque tenga otras medallas, ganar siempre satisface porque llevas a la práctica el trabajo que realizas. Estuve un poco presionado, pero supe controlarme. En la final todos empezamos flojos, pero trabajé sicológicamente y recuperé la confianza para salir adelante», comentó a JIT un rato después del estallido de emoción que desató la victoria.

Sobre las primeras series de cinco puntos que le catapultaron a la cúspide comentó: «me di fuerzas internamente. Pensé en que si lo había hecho en otras competencias, incluidos los juegos olímpicos, podía volver a lograrlo. Eso me dio deseos».

«Me dolió que Jorge Félix no estuviera en la final, como sucedió en Lima 2019, pero en definitiva este es el equipo de tiro rápido de Cuba y la medalla de oro era el objetivo fundamental. Había que sacarla», afirmó.

De cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, para los cuales ya estaba clasificado, expresó que «me siento a ese nivel, en buenas condiciones, a pesar de los años. Este deporte admite la longevidad y estoy en condiciones de pelear por una medalla».

En sus últimas palabras reconoció el placer que siente por seguir aportando medallas al pueblo de Cuba. 

Jorge Félix celebró el éxito de su compañero y amigo, y admitió que dos series pésimas (las terceras de cada jornada) le impidieron anotarse en la disputa de preseas. Desconcentración. Ahí estuvo el problema. Su mayor pesar no fue entregar la corona ganada hace cuatro años, sino perder la oportunidad de clasificarse a París 2024.