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Por Por Rudens Tembrás Arcia, enviado especial
Barranquilla.- UN DÍA dejará de disparar, al menos en las grandes competiciones del tiro deportivo. Será el día en que no pueda despedazar platos voladores y darle medallas a Cuba en la modalidad del skeet.
Pero mientras haga cosas como ganar los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, con puntuación de 118 platos en la fase clasificatoria y 51 en la final, estará sentado en las delegaciones de la Isla, no importan sus 59 años de edad.
Hoy, en el Club de Caza y Tiro de esta región, el ariguanabense volvió a demostrar que la experiencia vale mucho en esta disciplina, pues si pasó a la final con el cuarto mejor acumulado, a la hora de los “mameyes” estuvo más certero y se llevó la corona a casa.
En la fase clasificatoria, le aventajaron el dominicano Julio Dujarric (121), su compatriota Juan Miguel Rodríguez (121) y el colombiano Camilo Penilla (119).
Pero en la justa definitiva, Dujarric (47) y Rodríguez (37) le escoltaron en un podio de veteranos cargados de historia.
Los libros, las memorias, rápidamente hablaron: Torres conquistó su tercera corona centrocaribeña, 36 años después de la primera, firmada en la edición de La Habana 1982, y 32 de la segunda, rubricada en Santiago de los Caballeros 1986.
Fue, además, su séptima medalla en estas lides individuales (3-3-2), la primera de todas —plata— en Medellín 1978.
Juan Miguel no defraudó tampoco a los suyos, pues agarró bronce tras notable puntería en preliminares, y con eso amplió su botín de tres oros y elevó hasta 28 las preseas cubanas en esta modalidad (13-9-6).
Los premios de Torres y Rodríguez tienen el mérito adicional de haberse conseguido a poco de una estruendosa derrota en la lid por equipos, en la que además intervino Servando Puldón (1-2-1).
Para estos mosqueteros de oro, plata y bronce, los días de disparar a platos voladores no han acabado.
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