La Habana.- RONALD Iglesias se acercó un día al grupo reunido en la vetusta carpintería y a partir de entonces comenzó a alejarse de malas compañías en el conocido solar El 100.

Tenía 18 años y aquel paso terminó por contribuir a su disciplina, los estudios y el comportamiento social en general.

Lo mismo sucedió con alumnos de la Escuela Taller Hermanos Ameijeiras, que cubren su formación práctica allí, y jóvenes y adultos que encontraron espacio para el empleo del tiempo libre encaminando los pasos hacia una actividad deportiva que aunque poco conocida lleva mucho de modalidades queridas por los cubanos.

Esos son aspectos importantes cuando se trata de desarrollar proyectos comunitarios, y así queda demostrado en este, que tuvo su génesis cuando en 1991 el español José Vicente Eguskiza introdujo el kickboxing en la isla desde la Universidad de La Habana y en la tecnológica CUJAE como parte de las artes marciales mixtas.

Entonces Sarbelio Bello y Santiago Pedroso, otrora ligados al taekwondo y el kárate, respectivamente, fueron de los interesados. Después descubrieron el judokickbox (JKB) gracias a varios amigos y se enamoraron más por sus variantes.

El 20 de octubre del 2012 comenzaron a difundirlo en un local del CVD José Martí del Vedado, pero tras ayudar en su remodelación les comunicaron que debían abandonarlo.

Pedroso, artesano y administrador de la referida carpintería, propuso el traslado para el pequeño salón de ese centro y así comenzó otra historia para Ronald y demás.

LA ZANJA DE LA VERDAD

En la conocida arteria capitalina de Zanja, entre Santiago y Marqués González, del Consejo Popular Pueblo Nuevo del municipio Centro Habana, cada día se reúnen decenas de practicantes bajo la mirada técnica de Bello y Pedroso.

Un espacio de 44 metros cuadrados con piezas de tatamis (piso del judo) y el patio interior aportan áreas para entrenar la disciplina que, como su nombre lo indica, se basa en técnicas de judo, pateo de varias modalidades y boxeo.

El día de la visita de JIT conocimos a Joel, un técnico de equipos de salón del hospital Hermanos Ameijeiras; Mauricio, informático del Banco Metropolitano; Axel, trabajador de SEPSA; Alejandro, agente de seguridad de La Maison; Alexander, técnico de pizarras de ETECSA; y Michel, oficial del MININT, entre otros.

Sarbelio se encargaba de los más avezados en el área techada y Santiago de jóvenes necesitados de la preparación física requerida por el conocido JKB, que también se abre paso en otras provincias y mundialmente ya tiene afiliados en 26 países.

«Aquí no podemos aceptar más alumnos por lo reducido del local, pero se acercan muchos al conocerlo. En el Martí teníamos más posibilidades», dijo Sarbelio, asistente a los Juegos Panamericanos de Indianápolis 1987 con la selección de taekwondo.

La seriedad asignada al trabajo les ha llevado a contar con un código de entrenamiento, exámenes con programas de grado y reglamento, al tiempo que pretenden reconocimiento como una más entre las distintas artes marciales.

«Nos asociamos a la modalidad de Kanser Ryu del kárate en el ámbito provincial, donde tenemos más apoyo, sin embargo a nivel nacional no hemos tenido las mismas posibilidades que otras parecidas a la nuestra», aseguró el medallista de plata en el Festival Olímpico de México 1988.

Para Pedroso, Cuarto Dan de kárate y cinta negra de judo, es importante el impacto expresado en muchachos con problemas de conducta durante 15 cursos de la mencionada Escuela Taller.

PASOS ADELANTE EN LA COMUNIDAD

Varias madres presentes en la instalación y otros representantes de la comunidad corroboraron lo positiva que ha resultado esta “mudanza”.

Gisel Iglesias, la mamá de Ronald, explicó que hoy su hijo estudia para técnico medio en electricidad en el politécnico Hermanos Gómez de 10 de Octubre, e idioma en la Alianza Francesa.

«Esta disciplina lo ha alejado de problemas que suelen ser habituales por aquí, una comunidad súper poblada, algo marginada, donde el estudio no siempre es la opción más buscada», significó quien es una de las habitantes del cercano solar, nombrado así por su antigüedad, pues según la placa identificativa data del lejano 1865.

Reynaldo Rivero, director de la escuela de oficios, reveló una matrícula de 20 estudiantes allí, quienes «mayormente no llegan con interés por estudiar pero al observar el JKB han mejorado su comportamiento, asistencia y preocupación».

Iván Oliva, es vecino “pared con pared”, favorecido por las motivaciones de mejorar el centro y sus alrededores.

«Esto ha dado un gran cambio, nos ayudamos a resolver cualquier problema. Al principio no entendía el deporte pero al ver sus entrenamientos me motivó más, y las relaciones ahora son las mejores. Ellos han ayudado a otros vecinos, particularmente en la reparación de los techos», aseguró Oliva, director de la contigua Empresa de Servicios Informáticos Especializados del MINTUR.

Al frente, otro con valoración similar es el administrador del Taller de Lumínicos de Propaganda Nacional del PCC, Francisco Vázquez, vecino del barrio por 15 años y consciente del papel del deporte en inculcar valores. «Es muy importante lo que hacen estas personas con conocimientos, principios y capacidad como formadores», enfatizó.

El conocido impulsor del proyecto comunitario deportivo cultural en la cercana calle Franco, José Luis Bos, consideró positiva esta otra inserción por acoger a jóvenes con problemas de conducta «que gracias a estos entrenadores hoy son campeones y han salidos de vicios y otros problemas habituales por aquí».

PROTECCIÓN Y CALIDAD HUMANA

Como toda especialidad de combate esta implica posibilidades de lesiones, pero la protección disminuye las mismas.

«Lo logramos a base de implementos que resguardan la cabeza, la boca, los testículos y las piernas, y si se cumple con eso no hay problemas, aunque como en el boxeo u otro deporte te pueden dar nocaut, pero nunca hemos tenido un problema», expresó Ronald, ganador en eventos nacionales y frente a visitantes más fogueados.

Certámenes domésticos efectuados en los años 2014 y 2015 han autenticado la correcta implementación de reglas y salvaguardas para los atletas.

El diálogo con Michel Vera, abogado y primer teniente del MININT en la Policía Técnica Investigativa, agregó elementos.

«Yo practicaba taekwondo en Pinar del Río, luego lo hice en la Universidad de La Habana, y después en el Parque Martí, donde conocí el JKB y me llamó la atención, por lo que enseguida me uní a ellos», afirmó sobre sus primeros contactos.

«Es un deporte fuerte pero nunca ha salido nadie lesionado, ya llevamos cuatro años en competencias incluso en la denominada sandal (combate de Wushu), y otra cosa: aquí los entrenadores no permiten malos estudiantes o personas sin trabajo», alegó al respecto.

«Por ejemplo, Santiago es un educador y buen comunicador. Nosotros vemos futuro pues rescatamos jóvenes y se sienten a gusto, están aprendiendo y no van por mal camino. Aquí nunca nadie ha hablado de combatir por dinero, ni apostar, eso está descartado», sentenció.

EXTENSIÓN EN GEOGRAFÍA Y FUTURO

Sarbelio había anunciado más de 600 practicantes por toda Cuba, principalmente en plazas de la Isla de la Juventud, Holguín y Sancti Spíritus.

En reciente visita a Holguín este medio pudo observar el creciente impacto que tiene allí el JKB, con un entusiasta Osvaldo George Rodríguez al frente igualmente desde el 2012.

También desde el objetivo de atraer a estudiantes y trabajadores útiles socialmente, el gimnasio de SEPSA en la cabecera provincial recibe a diferentes grupos etarios y hasta algunos con discapacidades.

El director provincial de deportes Francisco Herrera y su homólogo municipal José Antonio Brown, y el secretario general de la UJC, Yosdani Pérez, dieron fe de las utilidades del proyecto y la importancia de acogerlo y organizarlo como un arte marcial más.

Allí como en otras localidades su valor agregado está en convenios con las FAR y el MININT, como sucede con la unidad militar 3053 del Ejército Oriental, cuyo capitán Emilio Herrera, jefe de preparación física, es uno de los principales promotores.

Además colaboran con el adiestramiento de los agentes de seguridad y protección del Banco de Crédito y Comercio, desde su autorización por el nivel central de esa institución. 

Casos parecidos aseguran que abundan en la Isla de la Juventud y Sancti Spíritus, en otras provincias como Cienfuegos se avanza.

Con todos estos argumentos, solo esperan ser un ente más dentro de la Federación Cubana de Artes Marciales. Si hace mucho nuestros conceptos parten de consignas como El deporte, derecho del pueblo y Las artes marciales, un arma de la Revolución, por qué negárselo.