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La Habana.- LOS LIBRISTAS Milaymis Marín (76 kg), Yaynelis Sanz (57 kg) y Geannis Garzón (74 kg), asumieron protagonismo en la proyección de las luchas en Cuba durante el año que dice adiós.
Sus actuaciones les hicieron merecedores del reconocimiento del movimiento deportivo en la Isla en una temporada sin cetros del orbe entre sus exponentes de las disciplinas de combate.
La primera quedó incluida entre los 10 mejores en la categoría mayores, Sanz encabezó a las chicas juveniles y Garzón integró la decena de los más destacados de ese rango.
La habanera Marín, tercera en los Juegos Olímpicos de París 2024, obtuvo bronces en el Campeonato Mundial disputado en Zagreb, Croacia, y en el Torneo Panamericano de Monterrey.
El palmarés de la granmense Sanz se doró en los II Juegos Panamericanos Júnior de Asunción, al retener la corona defendida.
Además, firmó medalla de bronce en la cita del orbe sub-23 años, en Novi Sad, donde el santiaguero Garzón consiguió una presea de similar color añadida a su plata en la capital paraguaya.
Apoyado en veloces movimientos para agarrar las piernas rivales y buscar proyecciones de grandes magnitudes, este incrementó su cosecha como subcampeón en el exigente Memorial Dmitry Korkin, en Rusia.
Allí peleó en los 79 kilogramos y cedió en la final ante el local Dmitry Kuprin.
El campeonato panamericano de Monterrey resultó otra prueba para esta disciplina, y dejó siete preseas, con actuación perfecta de los exponentes del estilo grecorromano.
Luis Orta (67 kg), Gabriel Rosillo (97 kg) y Oscar Pino (130 kg) se agenciaron el total de títulos intentados.
La otra corona llegó con Sanz, y hubo bronces para Marín, la subcampeona olímpica Yusneylis Guzmán (50 kg) y el librista Arturo Silot (97 kg).
Y una vez culminada esa justa, en la propia urbe aconteció algo inédito para Cuba, que inscribió a cuatro competidores en una de las paradas de la Serie Mundial de lucha libre de playa.
Las expectativas crecieron ante el debut en esa modalidad y los encargados de validarlas las colmaron con buenos empleos de sumersiones y volteos: tres títulos y una medalla de plata.
En divisiones ajustadas a ese tipo de lides, los cetros llegaron con Sanz (60 kg), Marín (+70 kg), y Garzón (80 kg). Con plata retornó Pino (+90 kg), que cedió 0-3 ante el georgiano Mamuka Kordzaia.
Destacaron también las cinco medallas de oro acuñadas en el torneo individual de la Liga Internacional de Luchas Olímpicas Simón Bolívar, disputado en Caracas y al cual Cuba asistió por primera ocasión.
Bajo el nombre de Mambises, intervino con 16 representantes y los cetros los aportaron los libristas Darrell Lee (125 kg), Vladimir Vila (57 kg), Daniela Osorio (50 kg) y Zamantha Sebasco (57 kg), y el grequista Joenni Gómez (77 kg).
Y para cerrar el año competitivo por todo lo alto, se celebraron 17 boletos en el torneo clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo 2026.
En casa, fueron exitosos la gala Pedro Val in Memóriam, el Campeonato Nacional Juvenil y el torneo de los Juegos Escolares Nacionales, los dos últimos dominados Santiago de Cuba.
Entre juveniles, los indómitos "barrieron" y con 85 puntos dejaron bien detrás a Ciego de Ávila (59) y La Habana (54), en los segundo y tercer escaños, respectivamente.
El reinado en la justa escolar se concretó con 117 puntos, para aventajar en el estrado a La Habana (89) y Camagüey (81).
No se celebraron los campeonatos nacionales de mayores, insatisfacción a la que las autoridades de esta disciplina pretenden responder con la disputa de los certámenes domésticos en todas las categorías en el 2026.
Será un año en el que la meta principal estará centrada en tributar por lo alto a la delegación asistente a los Juegos de Santo Domingo.
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