El diamante del estadio infantil Juan Ealo se convirtió en el epicentro de la esperanza beisbolera cubana. La final de la Copa de Pequeñas Ligas, categoría 7-8 años, no fue un simple torneo; fue una vibrante celebración de la infancia y la pasión por el deporte, en la cual las carreras anotadas se midieron tanto en el marcador como en el crecimiento personal de cada pequeño atleta. (Fotos: Calixto Llanes y Roberto Morejón)