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La Habana.- LA TRADICIONAL carrera-caminata Cruce de la Trocha Júcaro-Morón tuvo lugar hoy en la capital avileña, con amplia participación popular y ambiente festivo.
Los más pequeños abrieron la jornada con alegría contagiosa, seguidos por alumnos de escuelas especiales y círculos de abuelos, en una cita convertida en festival inclusivo para toda la comunidad.
Casi de inmediato la carrera popular reunió a unos 1600 participantes en un circuito de poco más de dos kilómetros. En la tarde los andarines élites enfrentaron los 10 km.
«Esto ha sido una fiesta. También tuvimos patinaje, ciclismo y más», expresó Juan Carlos Mesa, subdirector de la Comisión Nacional de Carreras y Caminatas Marabana-Maracuba. El certamen mostró diversidad de opciones deportivas y recreativas para todos los gustos.
Al unísono, en el Parque Central, los juegos recreativos resultaron atractivos para los concurrentes. Familias enteras disfrutaron de actividades pensadas para todas las edades, reforzando el carácter comunitario del encuentro.
«Tuvimos presencia de todos los grupos etarios», amplió el directivo, quien junto al equipo de la CNCCMM garantizó asistencia técnica. La organización fue reconocida por atletas y público.
Como colofón, un barrio debate contra las drogas acaparó la atención con testimonios de personas que lograron superar el flagelo y reincorporarse a la sociedad. La iniciativa dio un matiz social a la jornada.
«Es la segunda carrera por los 40 años de Marabana. La primera fue el 19 de noviembre en Las Tunas por el Día de la Cultura Física y el Deporte», dijo Carlos Gattorno, líder de la CNCCMM.
La Trocha de Júcaro a Morón fue una línea militar fortificada de 68 km, construida entre 1869 y 1872 por los españoles desde el puerto de Júcaro, en la costa sur, hasta el poblado de Morón, en la costa norte cubana.
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