La Habana.- EL CHELSEA se coronó como el primer monarca de la Copa Mundial de Clubes de la Fifa en su nuevo formato de 32 selecciones, celebrado en Estados Unidos.
Los británicos parecían destinados a completar por presentación la final, ante un PSG ganador de todo hasta el partido de marras, pero el favorito de nadie ofreció una masterclass y levantó el codiciado trofeo con marcador de 3-0.
Enzo Maresca desnudó a Luis Enrique en la batalla táctica, de modo que el campeón de Europa parecía un aprendiz en todas las líneas de juego y los Blues finiquitaron como un comando de fuerzas especiales: raudos, precisos, eficaces...
A los 22' del tiempo inicial Cole Palmer asestó el primer golpe, de zurda, con un trazo quirúrgico lo más lejano al portero parisino Gianluigi Donnarumma para abrir la aorta y comenzar el sangrado que agravó él mismo, ocho minutos más tarde.
Al 43' el comandante Palmer dejó en condiciones a Joao Pedro para que pusiera el definitivo. El joven delantero brasileño llegó al club apenas en cuartos de final del torneo y terminó como la perla de la corona que causa envidia en toda Europa.
El técnico de los franceses tiró de la libreta, pero sus ideas no resolvieron el entuerto, incluso con medio partido por jugar. Cada movimiento de Luis Enrique parecía un acto de magia: nada por aquí, nada por allá.
Si hay que decir que el club que más virtudes mostró durante toda la temporada parecía una máquina inoperante y endeble, se dirá con la misma tranquilidad que se describirá que el Chelsea realizó un partido perfecto y que Palmer brilló más que todas las estrellas de París juntas.
En el Parque de los Príncipes de la Rue du Commandant-Guilbaud y en el Arco del Triunfo no habrá algarabía, quizá la decepción momentánea, que pronto se ahogará en la Copa de Europa que ganaron hace un mes por primera vez en la historia, acompañará el regreso de Dembelé, pero pronto se volverá a hablar del Balón de Oro.
En la capital inglesa cuentan que hasta la lluvia cesó y salió el sol, y se vio el cielo azul, y volvieron los Pensionistas vestidos de campeones, esta vez como El Orgullo de Londres. ¡Enhorabuena!
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