La Habana.- AUNQUE la Escuela Nacional de Gimnasia nunca ha sido un lugar tranquilo, el bullicio se redobló durante estos días mientras acogía en su amplia sala las acciones de los 60 Juegos Escolares Nacionales.
Como protagonistas de tanto alboroto andaban de un lado a otro quienes quizás en un futuro no tan lejano conquistarán medallas en certámenes internacionales, y que además de competir, nos enseñan cuánto puedencontribuir el deporte en la necesaria socialización en edades tempranas.
A pesar de la tendencia a formar grupos entre los de una misma provincia, no resultó raro ver a guantanameros conversando con camagüeyanos. No muy lejos, una pinareña se esmeraba en lograr el peinado perfecto de una cienfueguera antes de competir y una granmense, ajena a cuanto sucedía a su alrededor, llenaba de colores un libro de dibujos.
Todo eso y más forma parte de los JEN, más allá de triunfos y reveses. Lo saben desde bien temprano José de Jesús Rodríguez (GRA), Arián Ara (SCU), Lis María Silva (HOL) o Sandra Sánchez (GRA), a quienes une el denominador común de haber sido los máximos acumuladores en sus respectivas categorías.
«Me entreno en la Sala Polivalente de Granma y por primera vez gano el all around», cuenta Sandra a JIT, venciendo un poco una timidez que le sigue acompañando en su segunda experiencia en la categoría 9-10 años.
Todo lo contrario parece la pequeñita Carolyn Lorena Santiesteban, holguinera que por primera vez visita La Habana y anda fascinada. «Me ha gustado mucho la ciudad. Desde hace cinco años practico el deporte y un día quiero entrenarme en esta Escuela», asegura casi sin que haya que convocarla al diálogo.
Por su parte, el camagüeyano José de Jesús disfruta al máximo su primer reinado entre los competidores de 11 y 12 años, aunque dice estar concentrado porque espera pasar las pruebas técnicas con la aspiración de ingresar al principal centro de este deporte en el país.
«Mi sueño es ser campeón nacional de mayores y lo que más me gusta son los ejercicios en el suelo», confiesa, observado por otros más “pícaros”, como el guantanamero Ángel Faure y el cienfueguero Ray Williams, medallistas de plata y bronce de la misma categoría, en ese orden.
«A nosotros lo que más nos gusta son las anillas… y Erick López nos ha dado consejos de cómo ser mejores gimnastas», dice Faure, ya alumno de la Escuela Nacional, de ahí que parezca más a gusto en su ambiente.
Precisamente Erick, el cubano que más medallas ha conquistado en juegos panamericanos, no ha dejado de estar al tanto del desarrollo de la competencia y disfruta el desempeño de los futuros campeones.
«Estar aquí me trae muy gratos recuerdos. Disfruto mucho con ellos, me preguntan cosas de los ejercicios, se toman fotos conmigo… están en una edad muy bonita», confiesa.
Los 60 Juegos Escolares Nacionales transitan por la mitad de su calendario en varias provincias del país. Muchos de sus participantes regresarán a casa con medallas y otros con la experiencia de haber sido parte de un evento que quedará por siempre grabado en sus memorias.
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