La Habana.- EL CUBANO Carlos Daniel Albornoz tiene desde hoy más motivos para despedir feliz el año, al coronarse en el XXXIII Torneo Internacional de Ajedrez Carlos Torre in Memóriam 2023, celebrado en la ciudad mexicana de Mérida.

El Gran Maestro de Ajedrez camagüeyano, monarca en las ediciones de 2018 y 2019, sumó siete puntos de nueve posibles, inalcanzables para el resto de los 84 jugadores inscritos en el grupo principal.

Tablas en 31 jugadas de una Apertura de Peón Dama contra el argentino Leonardo Tristán marcaron el cierre de un desempeño que incluyó cinco triunfos y otras tres igualdades.

Albornoz había quedado a las puertas de los 2 mil 600 puntos Elo en la actualización del ranking correspondiente a diciembre, cuando apareció con 2 mil 599. Su actuación en la lid azteca le reportó una ganancia de 1,5 unidades, por lo que estrenará el 2024 con el reto cumplido de sobrepasar la simbólica cifra.

Aunque su nombre "suena" desde hace varias temporadas en torneos nacionales y fuera de casa, el agramontino apenas cumplirá 23 años de edad el próximo lunes y exhibe un talento capaz de llevarle a mejores resultados en el futuro inmediato.

En la segunda posición de la tabla ancló el peruano José Eduardo Martínez, rey en 2022, con 6,5 rayas redondeadas con la división de honores ante el estadounidense Kyron Griffith.

El colombiano José Gabriel Cardoso firmó similar cosecha tras acordar la paz con el cubano nacionalizado mexicano Leonel Figueredo, pero el sistema de desempate le llevó a completar el podio.

Los puestos siete y ocho de Dylan Berdayes y Michel Alejandro Díaz, en ese orden, con 6,5 puntos cada uno, destacaron también entre los resultados del equipo cubano.

La santiaguera Yaniela Forgas firmó el mejor performance entre las mujeres, con 5,5 anotaciones, válidas para ocupar el puesto 22 del escalafón.

El torneo, que desde 1987 honra al conocido jugador yucateco, ha contado con la participación de notables figuras internacionales como el ucraniano Vassily Ivanchuk, quien reinó en tres ediciones.

Además marca habitualmente el cierre de la temporada competitiva para la mayoría de los principales ajedrecistas de Latinoamérica.