Tokio.- CON TOTAL distensión aunque enfocados exclusivamente en el partido contra Australia, el equipo Cuba se entrenó a plenitud en el Tokio Dome, sede del grupo B del IV Clásico Mundial de béisbol.
Resultó impresionante ver a Alfredo Despaigne en las prácticas de bateo. El slugger, recientemente firmado por el Fukouka Soft Bank Hawks de la Liga Profesional de Japón, disparó nueve jonrones en 20 veces al bate, algunos enormes a más de 400 pies.
Todos los jugadores consumieron sus turnos en la jaula de bateo bajo la mirada atenta del entrenador de esa área, Orestes Kindelán, el hombre que exhibe el récord de cuadrangulares en series nacionales, con 487.
«La ofensiva está funcionando bien. Los jugadores constantemente hacen ajustes. Esto es un deporte que necesita agresividad a la hora de batear, pero también lleva calma, debemos trabajar en ese sentido», destacó Kindelán, conocido como el Tambor Mayor, en diálogo con Prensa Latina.
Cuba exhibe balance de 1-1 en el Clásico tras caer en su debut por 6-11 ante Japón y luego blanquear por 6-0 a China.
En ambos partidos su ataque compiló más de 10 hits (11 y 14, respectivamente), aunque solo se disparó un jonrón, a la cuenta de Despaigne ante los nipones.
Durante la práctica de hoy se hizo también mucho énfasis en la defensa y además, los lanzadores realizaron una sesión de bullpen, incluido el espigado Lázaro Blanco, designado para abrir el trascendental partido de mañana contra Australia.
«Tirar el juego decisivo es una presión muy alta. Solamente puedo decir que estoy concentrado en el trabajo, muy preparado y consciente que lo puedo hacer bien», enfatizó el derecho de 29 años.
Blanco manifestó su deseo de «dar un buen espectáculo para pasar a la segunda ronda, eso es ahora mismo lo más importante que tenemos en mente».
Los antillanos enfrentarán este viernes a la escuadra australiana en la lucha por el segundo lugar del grupo B, que lidera Japón con foja de 2-0.
OTRA VEZ ISRAEL
Israel siguió pulverizando los pronósticos en el IV Clásico Mundial al derrotar hoy por 4-2 al potente equipo de Holanda en el Gocheok Sky Dome de Seúl, capital de Corea del Sur.
El equipo hebreo, que llegó a la competencia con el cartel de cenicienta, conservó así su invicto en tres presentaciones y finalmente comandó el grupo eliminatorio A por delante de sus rivales de turno, ambos con el boleto seguro a segunda ronda.
En su debut en estas citas del orbe Israel rompió todos los moldes y lideró el distrito contra todo pronóstico, aunque vale destacar que la mayoría de los jugadores de la escuadra son estadounidenses de origen judío.
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