Río de Janeiro.- REPETICIÓN de metal por Yangaliny Jiménez y debut en podios de Yordani Fernández cerraron con dos bronces la actuación de los cinco judocas cubanos en estos XV Juegos Paralímpicos.
El espirituano Jiménez selló la reedición del tercer puesto en la división de más de 100 kg con victoria por Yuko sobre el azerí Ilham Zakiyev, campeón en las ediciones de Atenas 2004 y Beijing 2008, además de número tres en Londres 2012.
«Fue un combate muy difícil, ahora empaté a dos en los enfrentamientos entre ambos después de reponerme de la pérdida por el pase a discutir el oro, y le duele más porque vino por su cuarta medalla», declaró el capitán de su equipo.
«Por lo general todos mis contrarios me superan en peso y salí a hacer una táctica de atacar y atacar sin bajar la guardia, además de moverlo porque me estaba velando para proyectarme», amplió sobre esa última presentación.
A 50 segundos de concluir los cinco minutos reglamentarios fue llevado a la atención de los médicos por una herida en la mano derecha, algo que le dio un poco de respiro al fornido Zakiyev.
«Sí, estuve apurando a la doctora que me atendió de la cortada en la uña para no darle el descanso cuando ya estaba todo a mi favor, porque no podía imaginar perder en esta oportunidad cuando antes de subir al tatami me dijeron que toda Cuba, mi familia, mis hijos, me estaban viendo», aclaró el experimentado atleta de 37 años.
Agradeció emocionado a la Revolución por estar aquí y por el esfuerzo de trasmitir por televisión sus presentaciones y las de todos sus compañeros, en particular él para «volver a poner a La Sierpe en el mapa de Cuba».
Jiménez había ganado por Shido (penalización) en el inicio frente al iraní Hamzeh Nadri y cedió luego en semifinales por Ippon ante el brasileño Willians Silva, a quien había superado en los anteriores cinco pleitos.
«Es un ejemplo de la calidad alcanzada por otros atletas, quienes se preparan muy bien y asisten a más eventos internacionales, y deben haber llegado con 60 combates de primer nivel en solo este año, en tanto los nuestros solo tienen cinco en cada uno de los últimos tres años», analizó el entrenador Senén Ramos sobre los resultados de sus pupilos.
«Nosotros teníamos planificado al menos una medalla de oro, no estoy satisfecho porque estábamos para más pero el judo para discapacitados tiene sus particularidades en el agarre, la resistencia a la fuerza es superior y no puedes soltar, por lo que no solo se puede concebir con preparación física», significó.
«Nosotros estamos agradecidos por entrenar en el Cerro Pelado junto a los convencionales y todo lo que nos proporcionan allí, sabemos de las limitaciones y siempre pese a eso todos ponen su mayor esfuerzo», aclaró antes de ir a observar las ceremonias de premiación de sus alumnos.
Antes de Jiménez el matancero Yordani Fernández puso el primer metal bronceado en la categoría de 100 kg al marcarle un trío de Yuko al británico Christopher Skelley en la Arena Carioca 3, que tuvo la presencia de Carlos Arthur Nuzman, presidente del Comité Organizador Río 2016, y de Sir Philip Craven, titular del Comité Paralímpico Internacional.
Fernández lloró de alegría con ese logro y abrazó fuertemente al técnico Ramos, quien hace años le vaticinó que llegaría a medallista en Juegos Paralímpicos cuando no pudo seguir en el judo convencional.
El antillano solo cedió en la semifinal, por Ippon contra el sudcoreano Gwannggeun Choi, finalmente campeón que reeditó su corona.
El otro competidor este sábado fue el dorado de hace cuatro años en los 90 kg Jorge Hierrezuelo, también en discusión de un bronce que no fructificó al caer por la vía rápida a manos del uzbeco Shunkhrat Boboev.
En la anterior aparición el santiaguero perdió por 1-2 Shido con el ucraniano Oleksandr Nazarenko en desafío donde recibió dos penalizaciones controvertidas para sacarlo del camino al oro.
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