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Río de Janeiro.- MUY MOTIVADO anda por estos días aquí el guía Yuniol Kindelán, primero por debutar en unos Juegos Paralímpicos y segundo por esperar grandes resultados junto a la mujer discapacitada más veloz en las pistas, Omara Durand.
En un paseo habitual ya por la Plaza Internacional de la Villa Paralímpica lo encontró JIT junto a otro joven llegado para hacer historia, el igualmente sprinter Leinier Savón, ambos en momentos de descanso de cara a sus grandes días.
«Para mí todo es muy bonito y estoy contento por participar porque no todos tienen esta oportunidad dado que se realizan cada cuatro años y se necesita clasificar primero, así que también es un orgullo», aseguró el capitalino de 21 años tras hablar con su familia desde el stand de Samsung.
«La Villa, condiciones y atenciones han sido buenas con toda la delegación, además aquí he tenido tiempo para observar y compartir con una amplia gama de personas con distintas discapacidades, eso te da una mayor comprensión sobre ellas», expresó al abundar sobre un entorno nuevo.
Como todo joven dedicado al deporte intentó llegar a planos más estelares en el atletismo convencional, sin embargo no lo pensó dos veces para correr junto a la santiaguera Durand (categoría T12 débiles visuales profundos) y el resultado llegó pronto: tres récords mundiales en la cita del orbe de Doha 2015.
«Yo estaba en el equipo nacional en la especialidad de 400 metros y la entrenadora Miriam Ferrer me dijo que Omara necesitaba un guía, sobre todo para carreras en horarios nocturnos por sus dificultades para orientarse», explicó sobre el cambio.
Sabía que era un gran reto porque Omara ya era campeona mundial y paralímpica y accedió para bien al aceptar que «el atletismo y el deporte son su vida».
Yuniol bromeó porque ahora es más conocido desde esa hazaña, aunque se siente «muy gratificado por esta nueva etapa y a partir de ahora todo es más complicado porque siempre los deportistas luchamos por mejorar resultados».
Sobre lo avanzado en alrededor de un año del comienzo en dúo y esperanzas venideras en el estadio Joao Havelange, Kindelán se mostró seguro por lo logrado en sincronización, ahora más respecto al poco período del debut en la capital catarí.
«Más tiempo de entrenamiento y otros torneos ya han armonizado el acople, estamos en un buen momento», anunció.
«Hemos entrenado en la Universidad Militar hasta ahora, ya conocemos esa pista y como se apreció en los Juegos Olímpicos es rápida y podrán darse otros récords también durante los paralímpicos», anunció en relación a las sesiones en esta urbe y con la complicidad de una sonrisa antes de despedirse.
A la espera el calendario de la dupla, con compromiso de abrir por Cuba el 8 en eliminatoria de 100 m, cuya final será al día siguiente, antesala de otra trilogía a completarse el 12 en los 200 y el 17 en los 400.
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