Río de Janeiro.- YOWLYS Bonne (57 kg) y Liván López (74) serán los cubanos implicados mañana en el comienzo del torneo de lucha libre de los XXXI Juegos Olímpicos, en la Arena Carioca 2, una de las instalaciones del amplio parque con asiento en la zona de Barra de Tijuca.
«Nuestros cinco hombres van a salir por medallas», declaró Bárbaro Morgan, experimentado integrante del colectivo técnico y dueño de una destacada trayectoria como atleta que incluyó presencia en citas de este tipo.
Morgan confía en el dúo encargado de abrir el camino, distinguido por el bronce de López en Londres 2012 en 66 kilos, y en los también medallistas mundiales Reineris Salas (86) y Javier Cortina (97), «así como en Alejandro Valdés (65), pues hizo muy buena competencia en Europa y es un luchador tremendo».
«Han realizado excelente preparación y estamos empeñados en lograr algo extraordinario, porque tenemos atletas de calidad que están cumpliendo bien los objetivos finales, incluido el correcto peso corporal, y esperamos por un resultado positivo», dijo.
«Las posibilidades son reales para los cinco, capacitados para aplicar la estrategia como debe ser, porque todos se han volcado a su adiestramiento y adaptado perfectamente a las nuevas reglas», aseguró.
El avezado especialista insistió en lo positivo de saber resueltas las exigencias del peso corporal, porque «las han asumido con tremenda disciplina, conscientes de sus posibilidades y de que pueden hacerlas realidad, aunque los rivales también van a salir por el triunfo».
Preguntado sobre la primera victoria olímpica de Cuba en el estilo grecorromano (dos títulos y una presea de plata) expresó que «no me sorprendió, porque Mijaín López (130 kg) es un hombre consagrado, Ismael Borrero (59 kg) ya había demostrado su clase al convertirse en campeón mundial y Yasmany Lugo (98) es lento, pero aplastante».
En el caso de Miguel Martínez (66) valoró que pese a quedar sin medalla «es muy buen atleta», y enfatizó que desplazar a Rusia al segundo escaño fue fruto de una correcta labor de competidores y estrategas.
«Los libristas saben del compromiso que tienen, porque por fecha somos de los últimos en competir y tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible por contribuir a ubicar bien a Cuba en la tabla por países», aseveró.
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