CORRUPCIÓN: La policía de Río de Janeiro detuvo esta mañana al irlandés Patrick Hickey, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), bajo sospecha de participar en una red de venta ilegal de entradas de los Juegos Olímpicos.
El sospechoso, también presidente del Comité Olímpico de Irlanda, fue arrestado en un hotel de Barra de Tijuca.
Según fuentes policiales, tras su detención Hickey tuvo que ser trasladado al hospital para recibir atención médica.
Todo se inició cuando el Comité Olímpico de Irlanda contrató a la empresa Pro 100 para vender entradas en el país y los billetes fueron transferidos a la firma THG, que también está siendo investigada.
THG está controlada por el inglés Marcus Evans, cuya prisión fue solicitada esta semana, junto con la de otros tres directores de la misma empresa, de acuerdo con el diario O Globo.
La policía incautó 781 entradas "que eran comercializadas por valores altísimos". THG vendía entradas para la ceremonia inaugural por 8 000 dólares, cuando el precio oficial más alto era de 1 300.
"Con estos ingresos la empresa podía ganar 2,79 millones de euros", explicó el inspector Ricardo Barbosa en una conferencia de prensa.
Los problemas de THG se remontan a 2014, cuando su presidente James Sinton estuvo involucrado con la 'mafia de los ingresos' en la Copa del Mundo en Brasil.
MALAS DECISIONES: Las quejas por malas decisiones en el boxeo olímpico al parecer por fin fueron escuchadas.
Varios jueces y réferis de boxeo fueron expulsados de los Juegos Olímpicos por incompetentes, informó hoy la Asociación Internacional de Boxeo.
Desde que comenzó el pugilismo en Río 2016, los señalamientos de competidores y sus entrenadores, así como de los aficionados cada vez han sido más frecuentes.
Incluso, han existido acusaciones claras de corrupción por parte de algunos atletas; algunos al grado de casi tener que detenerlos porque quieren ir a reclamar las decisiones, cuando se sienten perjudicados.
La AIBA aseguró en un comunicado que su Comisión de Árbitros y Jueces revisaron todos los rounds disputados hasta la fecha en los Juegos para asegurarse de que el desempeño de sus enviados fue el correcto.
"Al final, decidimos que algunos no estuvieron a la altura del evento o no están capacitados para tal responsabilidad", señaló el boletín de prensa, sin indicar el número reducido exacto de suspendidos, ni sus nombres.
TRANSGÉNERO: La marginada comunidad transgénero de Río de Janeiro tuvo momentos para sonreír durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.
Delante de cada una de las delegaciones marcharon en triciclo hombres y mujeres que marcaron el paso de los abanderados. Pasaron desapercibidos debido al colorido y al protagonismo de los atletas y las banderas, pero allí estaban.
También en segundo plano, dos travestis se encargaron de guiar a Emiratos Árabes y la República Islámica de Irán, países abiertamente represores con el género femenino y los homosexuales.
Nada pudieron hacer sus dirigentes tras ser presentados ante el mundo entero por una realidad que ellos mismos rechazan.
De la misma manera en la que países como Dinamarca, Jamaica, Nueva Zelanda o Alemania, entre otros muchos participantes en estos Juegos, tienen su propio espacio, la comunidad gay, bisexual y transgénero también quiso abrir un lugar con identidad propia.
Su interior es lúgubre, solo iluminado por el entusiasmo de sus organizadores al recibirme.
A plena luz del día, la oscuridad de la sala de entrada es tal que hay que acercarse a pocos palmos para poder observar unas paredes empapeladas con los rostros de los 42 atletas LGBT que están participando en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Nunca antes hubo un número tan elevado (23 en Londres y 12 en Beijing).
SORPRESIVA DERROTA: Las brasileñas Ágatha y Bárbara se clasificaron la víspera a la final de voly de playa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro al eliminar en dos sets (22-20 y 21-18) a la pareja estadounidense formada por Kerri Walsh Jennings, tricampeona olímpica, y April Ross, ganadora de la plata en Londres 2012.
El equipo anfitrión jugará la final hoy contra las alemanas Laura Ludwig y Kira Walkenhorst, que este martes derrotaron a las brasileñas Talita y Larissa.
Esta será la primera final olímpica que se pierde Walsh Jennings después de haber logrado el oro en Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012, hazañas que la acreditan como una leyenda en activo del voly de playa a los 38 años.
Brasil garantizó así dos medallas en este deporte, puesto que Alison Cerutti y Bruno Schdmidt lograron la clasificación a la final masculina.
DOPING: Rusia perdió la medalla de oro en relevos de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 el martes después de que una de sus corredoras arrojó positivo en los nuevos análisis antidopaje a sus muestras.
La velocista Yulia Chermoshanskaya dio positivo a dos sustancias -estanozolol y turinabol- y ha sido descalificada retroactivamente, con lo que pierde su presea dorada del 4x100 femenino, al igual que sus compañeras de equipo, informó el Comité Olímpico Internacional.
Chermoshanskaya también fue descalificada de los 200 metros, carrera en que terminó en el octavo lugar.
Las competidoras de Bélgica han sido ascendidas al oro, con Nigeria pasando a la plata y Brasil al bronce.
El COI pidió a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) modificar los resultados y considerar tomar otras medidas contra Chermoshanskaya, que ya no compite.
Las otras tres rusas del equipo fueron Yulia Gushchina, Alexandra Fedoriva y Evgeniya Polyakova.
Bajo las reglas de la IAAF, un equipo completo pierde sus medallas si uno de sus integrantes da positivo.
El estanozolol y el turinabol son esteroides tradicionales que se usan desde hace décadas.
El velocista canadiense Ben Johnson dio positivo por estranozolol en Seúl 1988, cuando se le retiró la medalla de oro de los 100 metros planos.
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