Río de Janeiro.- CON OJOS llorosos por una presea de bronce que hubiera querido de oro despidió hoy la cubana Denia Caballero la final olímpica del lanzamiento del disco, que vio ratificarse campeona a la croata Sandra Perkovic.
«Sandra es una extraclase y sabía que tenía que “fajarme” duro con ella, pero no pensé que la francesa iba a lanzar 66 metros, y aunque traté de pasarla no pude», dijo sobre la subtitular Melina Robert-Michon.
La antillana campeona mundial del 2015 quedó en 65,34 metros conseguidos en su tercer intento, la Perkovic llegó a 69,21, también en su salida número tres, única válida para ella, y Robert-Michon marcó récord nacional de 66,73 en la quinta.
«La competencia tuvo rivalidad, pero no fue buena para mí. Dependo mucho de la velocidad y sentí los pies cansados», indicó al recordar que fue poco el tiempo para recuperarse luego de la clasificación disputada anoche tarde.
«Feliz estoy, aunque no satisfecha, porque mi entrenamiento se diseñó para lanzar más de 67 metros y no pudo ser», confesó.
«Solo les digo que sigan esperando muchas más cosas buenas de mí, ya que esto recién empieza», adelantó como mensaje de gratitud al pueblo que siguió su desempeño en el estadio Joao Havelange.
«Es mi primera medalla olímpica, pero no la última», agregó más animada la villaclareña de 26 años, quien terminó por regalar su acostumbrada sonrisa y accedió a tomarse algunas fotos para el recuerdo.
Con menos razones para descansar tranquila finalizó su compatriota Yaimé Pérez, cuarta del último certamen del orbe y protagonista ahora de tres intentos fallidos.
Verla liderar la clasificación de ayer con 65,38 metros hizo pensar en una mejor forma para la final, por lo que asombró percibirle desconcentrada, incapaz de revertir el mal momento.
La mañana también tuvo final del salto triple para hombres, con repetición de oro y plata para los estadounidenses Christian Taylor (17,86 metros) y Will Claye (17,76), también dueños de esos puestos en Londres.
El bronce fue a las manos del chino Shuo Cao (17,58) y octavo terminó el cubano Lázaro Martínez (16,68), campeón del mundo entre juveniles hace un mes.
Cupos a sus siguientes fases acuñaron la pertiguista Yarisley Silva y el velocista Roberto Skyers en los 200 metros.
«Me quité un peso de encima, porque la clasificación es lo más difícil y nos pone muy tensas a todas», comentó ella, quien comenzó en 4,45 metros dejados detrás en el segundo intento, batió los 4,55 en el tercero y pasó de inicio sobre 4,60.
Esa fue la marca exigida para confirmarse entre las finalistas del jueves, acceso no conseguido por la estrella local Fabiana Murer, convertida en la gran decepción de los suyos.
Las estadounidenses Jennifer Surh y Sandi Morris, la griega Ekaterine Stefanidi y la británica Holly Bradshaw sí respondieron a las expectativas y se sumaron al grupo llamado a animar la lucha.
Skyers avanzó a semifinales con tiempo de 20.44 segundos que le llevaron al lugar dos del cuarto heat.
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