Foto: Armando Hernandez

La Habana.- LA PARTICIPACIÓN en eventos internacionales como colofón de un año importante en resultados, el reciente festival organizado en la Ciudad Deportiva y el estrechamiento de las relaciones del INDER con las distintas asociaciones marcan hoy la celebración en Cuba del Día Internacional de las personas con discapacidad.

En este diciembre certámenes de atletismo, natación y tenis de mesa permitirán a más de una decena de atletas con limitaciones físicas buscar boletos para los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 como parte del respaldo que el estado y el Gobierno asignan a ese movimiento.

Muestra de esa realidad es también lo constatado el domingo en el coliseo habanero gracias a practicantes de disciplinas conocidas y otras no tantas como el golbol, fútbol, béisbol para ciegos, y voleibol sentado y para sordos, así como niños y niñas entregados a variadas ejecuciones físicas.

El trabajo del organismo deportivo con las asociaciones de ciegos y débiles (ANCI), limitados físico-motores (ACLIFIM) y sordos e hipoacúsicos (ANSOC) se fortalece en aras de abrir las puertas de sus planes y programas a individuos de cualquier edad y discapacidad.

De ese empeño han emergido estrellas del deporte paralímpico como Enrique Cepeda, Ernesto Garrido, Omar Turro o Liudis Masó, quienes iniciaron el camino actualmente transitado por otros reconocidos como Omara Durand, Yunidis Castillo, Leonardo Díaz, Luis Felipe Gutiérrez y Leinier Savón, por solo citar algunos.

Con toda esa gloria y los retos de seguir mejorando Cuba y el deporte pueden celebrar esta fecha como objetivo cumplido en el propósito de desarrollar integralmente una sociedad para todos.

A ello se une igualmente la atención a personas afectadas en su capacidad mental, cuyos exponentes más destacados en el ámbito deportivo enseñaron la valía de sus aptitudes y el seguimiento recibido durante las Olimpiadas Especiales de este verano en Estados Unidos.

Todo ello como fruto de un deporte integrado a un proyecto abarcador, que prioriza una atención muy bien diseñada desde el nacimiento de la Revolución.

Por eso hay razones para celebrar esta fecha, declarada por la Organización de Naciones Unidas en 1992 después de un decenio dedicado a los impedidos físicos, en un intento más por aglutinar un esfuerzo común, aún muy disparejo en el mundo.

Investigaciones demuestran que el 15 por ciento de la población del planeta, dígase alrededor de mil millones de personas, vive con algún tipo de discapacidad, y por ello esta jornada dedicada a fomentar su integración y promover la igualdad de oportunidades.

Cada año la ONU lanza un lema, el de este “La inclusión importa: acceso y empoderamiento para personas con todo tipo de discapacidad”.

En sus llamados la organización aboga por ciudades inclusivas y accesibles para todos, que mejoren los datos y estadísticas sobre discapacidad y que incluyan a personas con discapacidad invisibles en la sociedad.

El propósito es contribuir a reforzar las políticas y prácticas de desarrollo para asegurar que la accesibilidad forme parte de un desarrollo incluyente y sostenible, pasos sobre los que Cuba tiene mucho para exhibir, aun cuando no todo está resuelto.