La Habana.- LAS TRES cubanas que buscan clasificarse para la lid del orbe y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 enrumban sus bicicletas hacia Cali, Colombia, donde este fin de semana la élite del ciclismo de pista disputará la fase inicial de la Copa del Mundo, animada por representantes de más de 30 países.

La temporada igual contempla paradas en la ciudad neozelandesa de Cambridge, a principios de diciembre, y en Hong Kong, en enero, en las cuales también será ineludible participar para llegar a la cita universal de marzo y sumar puntos para los cupos hacia la fiesta bajo los cinco aros.

Duro reto para Lisandra Guerra, que competirá en velocidad y keirin; Marlies Mejías, inscrita para el ómnium, prueba múltiple de seis eventos en varias distancias; y Arlenis Sierra, cuarta de la isla para la carrera de grupo de scratch, aunque todas acumulan lauros internacionales, especialmente la sprinter de 28 años de edad, dueña de cinco preseas universales (1-1-3).

Sus dos compañeras cumplirán 23 en diciembre y aunque ya triunfaron en juegos panamericanos y centroamericanos y del Caribe son talentos con potencialidades para brillar a más alto nivel, aunque son muchos los elementos a combinar para un resultado mundial, y más olímpico como el conseguido por Yoanka González con su plata en el 2008.

Leonel “El Chino” Álvarez, desde hace varios ciclos técnico de ruteras y pisteras de medio fondo, es consciente de ello, pero sueña con más alegrones como los de Yoanka o Yumari González, la otra cubana con cinco metales mundiales (2-3-0).

«Los espero, pero enfrentar a las potencias y arrebatarles un espacio en el podio implica un conjunto de elementos: la pista, la bicicleta, la preparación que haces, la alimentación, los recuperantes...», comentó mientras observaba a Marlies y Arlenis calentar sobre el óvalo de 333,33 metros del habanero velódromo Reinaldo Paseiro.

«Tratamos de compensar ciertas carencias con una mayor preparación y exigencia, así como lo que implica la situación económica para las competencias, pero llega un momento en que los demás se te acercan como ya lo han hecho», reflexionó.

Sobre la disposición del colectivo dijo sentirse tranquilo. «Arlenis ha mejorado mucho en el entrenamiento, sabe que no puede confiarse, y en controles contra varones ha tenido buenos resultados, así que llegará con aspiraciones en el scratch».

Este es un evento embarazoso, corto (10 km) pero intenso, que se define en un solo sprint durante el cual el atleta puede ser “cerrado”, o carecer de fuerzas para el remate si no administra bien la concentración y la disciplina táctica desde la partida, como cuando intenta sacar vueltas al grupo y es “capturado”.

«Marlies tuvo un músculo lesionado y no pudo hacer mucho trabajo específico para los eventos rápidos del ómnium (200 y 500 metros), pues bajamos la intensidad, como en las arrancadas, pero está bien, lo que trabajamos más la resistencia».

Como le afecta para su modalidad principal en la pista, que le tiene entre las primeras del planeta, Álvarez ratificó a JIT que no correrá más la velocidad por equipos.

«Es un evento muy técnico para el cual se preparan solo los velocistas, y en el mundo no hay rutero o pistero de medio fondo que lo asuma. Ella lo hizo por sus condiciones, y no existía otra que la superara para acompañar a Lisandra. Salió bien en Veracruz (oro) y en Toronto (plata), pero los niveles mundial y olímpico exigen total especialización», acotó.

Florencio Pérez, entrenador de Lisandra, se refirió con optimismo a que «trabajamos con vistas a ganar resistencia a la fuerza y a la velocidad, y enfrentará este reto para sumar más puntos, pues marcha sexta en keirin y séptima en velocidad, y de asistir a las tres fases podrá pensar en medallas en el mundial de Gran Bretaña y clasificar a Río».

Recordó que este año fue bronce en la versión de París en keirin, «una prueba en la que ha mejorado mucho, ayudada en parte por el trabajo de grupo que hace con el equipo masculino de velocidad, el cual responde de manera entusiasta y armónica a este proyecto de grandes pretensiones, espinoso, pero alcanzable».