Welland, Toronto.- LA TRANQUILIDAD de estas aguas, la vegetación que rodea el entorno y el sol casi caribeño empeñado en acompañarles en su debut panamericano serán muy recordados por las kayacistas Daniela Martín y Jessica Hernández.

Aquí lograron su primera medalla grande al acceder a plata como integrantes del K4 a 500 metros en el torneo de canotaje de la actual fiesta del continente, y algo más importante: estrenaron el medallero de la delegación cubana.

Ellas se “batieron” duro junto a Lisandra Torres y Yurieni Guerra para firmar la actuación más encumbrada de sus carreras, y recibieron entre sorprendidas y emocionadas la confirmación oficial del resultado.

Apenas llevan tres meses como tripulación y por mucho que se sabían con fuerzas para algo como lo sucedido, la realidad no dejó de superarlas desde lo positivo.

“Esto es algo grande, ser las primeras y en nuestra primera vez”, comentaron en un aparte con JIT en el que se miraron con timidez ante cada pregunta, como si aún no terminaran de asimilar lo sucedido.

Saberse centro de la atención de los medios es una sensación novedosa, pero poco a poco ceden y conversan como las jóvenes que son, seguras de lo que se han propuesto.

“Creo que ahora todo será diferente cuando regresemos a la escuela, que van a tenernos en cuenta para el futuro”, dice Daniela, quien a sus 19 años es todavía muy joven para la especialidad.

Nacida en Matanzas, tierra de tradición en este deporte, vuelve a ser presa de la timidez cuando solicitamos hablar sobre el rigor del entrenamiento, y entonces es Jessica quien toma la palabra.

“Es mucho el sacrificio, tenemos que dejar de hacer millones de cosas, mantener la disciplina, y no es una simple frase esa de “darlo todo”.

”Es una verdad de cada día”, comenta quien se declara fascinada por el agua desde niña, algo que agradece a la relación con su padre marinero.

A los nueve años conoció el canotaje en Cojímar, al este de la capital cubana, y desde entonces supo que el romance sería para toda la vida.

Ahora, con 18 cumplidos y su primera medalla panamericana al cuello, sabe que eligió bien.

Una alegría que ambas disfrutan como punto de partida hacia nuevas metas, especialmente motivadas por haber sido las iniciadoras de un botín que este domingo realzaron sus compañeros del K-4 a mil metros, Reinier Torres, Jorge García, Reinier Mora y Alex Menéndez.