Tokio.- LA CUBANA Daniela Fonseca nunca debe haber llorado en su cumpleaños como lo hizo este sábado cuando vio escaparse en esta ciudad todos los sueños olímpicos, y su tristeza es justificada porque ella sabe que su tenis de mesa puede ser mejor.
Quería regalarse un triunfo por su llegada a los 19 años. Lo buscó en individuales y en dobles mixto junto a Jorge Moisés Campos, y en ninguno de los dos casos llegó.
Su rostro no tiene la sonrisa de otras veces, pues aunque sabía lo difícil del reto imaginaba lograrlo en el Gimnasio Metropolitano de Tokio, donde demasiados pequeños errores se unieron. La disciplina táctica no siempre fue la adecuada y los nervios también le jugaron una mala pasada frente a la australiana Jian Fang Lay.
«Independientemente del resultado yo sentí que podía haber dado más. No sé si por las tensiones de ser el primer juego, ya en el cuarto set estaba más concentrada, más suelta, pero con una rival de esa experiencia es duro levantar», analiza con la madurez que siempre muestra en cada criterio.
La muchacha que protagonizó en abril pasado una de las clasificaciones olímpicas más espectaculares de la delegación caribeña no estuvo a esa altura ahora. Ella lo sabe, y también todos los que le siguen.
«Me faltaron detalles, sé que esto es un aprendizaje más, pero tengo mucho dolor. Me siento mal porque sé que puedo dar más de lo que di. Estar aquí ya es un privilegio, es el sueño de todo deportista, pero eso no es suficiente», repite una y otra vez.
Daniela no pudo “encontrarse” durante los tres primeros sets, cedió 5-11, 7-11 y 5-11. Ya en el cuarto estuvo más suelta, vendió caro el revés 12-14, pero había poco que hacer.
Sin competir nunca antes contra rivales de Europa o Asia, la matancera estuvo mesa por medio con una experimentada jugadora de 47 años, nacida en China y que vive sus sextos juegos olímpicos, y ante la cual no se pueden cometer errores.
Eso a este nivel no se perdona, como tampoco desaprovecharon su mayor rango los alemanes Patrick Franziska y Petrissa Solja, contrarios de los caribeños en el doble.
Los actuales campeones de Europa y bronce del mundial de 2019 dominaron el partido con claros 11-5, 11-7, 11-8 y 11-7. «Los detalles cuentan mucho. Una bola alta, un servicio semilargo, un mal recibo… todo cuenta y eso significa el punto en el momento de concretar», añade por su parte Moisés, que compite por segunda ocasión en juegos olímpicos.
Hace cinco años en Río de Janeiro 2016 se presentó en individuales sin poder avanzar. El mejor resultado de cualquier cubano en estos certámenes sigue siendo para Andy Pereira, quien en Londres 2012 ganó en la primera ronda y pudo llegar a un segundo partido.
El tenis de mesa de la Isla se enorgullece de estar presente en los últimos tres juegos olímpicos, es cierto que este sábado no fue un buen día y queda pendiente intentar ir más allá de la primera ronda, pero de cualquier forma también es válido sentirse un poco feliz en el cumpleaños 19 de Daniela.
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