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Pinar del Río.- EL RETO que aguarda a la selección cubana de fútbol en el DRV PNK Stadium, de Fort Lauderdale, Florida, atrapa a algunos en el optimismo desmedido y a otros en el pesimismo cómodo que genera la apatía.

Lejos de cualquier tendencia se encuentra Pablo Elier Sánchez, director técnico de los Leones del Caribe, quien entiende como pocos que en el trabajo y la cautela puede estar la base del éxito. También sabe que en el deporte hay muchos obstáculos prestos a malograr los sacrificios.

Por eso, este profesor pinareño se enfoca en los objetivos, la humildad y el esfuerzo como elementos de peso en el intento de llevar a buen puerto a la selección absoluta de la Isla.

A poco de tomar las riendas se notó una mejoría en el orden defensivo y una idea más clara del juego. Sin embargo, era evidente la ausencia de mejores “piezas” hasta que llegaron jugadores que militan en clubes profesionales sin la intermediación directa de la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC).

¿Qué importancia le merecen esas incorporaciones?

Aunque tratábamos de nivelar la situación creada por la pérdida de varias generaciones, la selección necesitaba jugadores de superior nivel. La entrada de varios con una dinámica competitiva diferente, adaptados a comprender con prontitud las demandas, ha representado un cambio muy positivo.

Llenan áreas sensibles, comprenden más fácilmente las ideas que tenemos y asumen el compromiso de cambiar la imagen de la selección. Tanto tiempo con resultados negativos llevó a que prácticamente no se confiara en el fútbol cubano. Estos jugadores han prendido la "mecha" y van recuperando la confianza de la gente.

A pesar de la mejoría y las dos victorias en la eliminatoria hacia Catar 2022, todavía no cae el resultado esperado…

Un equipo no se hace en una semana o un mes, sino en períodos de tiempo mayores y con estabilidad. Se requiere trabajo grupal en la cancha, pues los atletas no hacen el trabajo por solo orientarlo. En el fútbol las piezas requieren interconexión y poder tomar decisiones a partir de circunstancias para las cuales deben estar preparadas.

El cambio se ha notado, por lo brusco, pero ahora corresponde la parte fina… Toca plantearse cosas específicas para lo cual se necesitan la práctica, el entendimiento y el conocimiento de las habilidades de los compañeros. Con ello lograremos estar, paulatinamente, a niveles altos en el área y quizá más allá.

¿Con qué objetivo afrontarán los partidos eliminatorios a la fase de grupo de la Copa de Oro de la Concacaf?

Hablaría de compromiso porque la responsabilidad es muy grande. Son partidos de eliminación directa. Jugamos contra Guyana Francesa el 3 de julio y hay que ganar. Pareciera fácil, pero no lo es. No conocemos a ese rival debido a que no aparece en las últimas competiciones oficiales del área. Solo sabemos que posee varios jugadores en las ligas inferiores de Francia. Luego enfrentaríamos al ganador entre Monserrat y Trinidad y Tobago.

Debemos imponernos en ambos partidos para poder enfrentar la fase de grupos. A veces pronosticamos en base a la historia y eso no da una imagen concreta o real. Nos estamos preparando a partir de las fortalezas propias y sabiendo dónde podría golpearnos el contrario. Confiamos en que salga bien.

¿Cómo han aprovechado la estancia en Guatemala?

Siempre pensamos que sería provechosa. Tendríamos varias semanas trabajando juntos y partidos de preparación contra clubes de la liga local. Esto último se dificultó por las lluvias que nos obligaron a practicar en canchas sintéticas, y por la covid-19, dado el exigente protocolo de salud para la Copa de Oro.

Como paliativo realizamos partidos entre nosotros, condicionados a tareas específicas para aprovechar y perfeccionar el sistema, corregir los errores y llevar a los jugadores a la forma ideal.

Una distinción de este grupo es su clara idea futbolística, más allá de posturas encontradas sobre el 4-4-2. ¿Ha pensado modificar ese esquema? 

Aplicar un sistema de juego determinado no es un capricho. Si yo pudiera escoger jugadores a partir de una idea fuera distinto. Pero no es el caso, nosotros debemos saber qué jugadores tenemos y a partir de ahí buscar las mejores variantes.

En el fútbol es más fácil defender que atacar. Por tanto, organizar concepciones defensivas se logra mucho mejor que engranar para anotar goles. Ese trabajo fino hay que hacerlo para tener una definición correcta.

Contamos con jugadores que apenas se están conociendo, pero hay que buscar el resultado de alguna forma. Tenemos determinadas características que nos obligan —para buscar definición y un ataque de cierta profundidad partiendo de un orden— a tener posesiones largas, lo que resulta más fácil con el 4-4-2.

Eso puede tener variantes, en línea o rombo, con un dibujo cuando atacamos y otro cuando defendemos, pero todo depende del comportamiento de los contrarios, del resultado y los jugadores en el campo.

Modificar esquemas lleva trabajo y perfeccionamiento. Quizá con otros jugadores o cuerpo técnico se haga. Nosotros intentamos lo mejor posible entendiendo que lleva tiempo y entrenamiento. Sí hemos tenido variantes, pero poco a poco.

Quizá se refiera, por ejemplo, al movimiento de Arichel más como enganche cuando Paradela ocupa la banda derecha del ataque; o a la resolutividad que aportaron Maykel y Dayron Reyes, al generar varios goles en pocos minutos. ¿Se plantea cambios en el once inicial para la Copa de Oro o entiende que están bien como revulsivos?

Las dos cosas. Los jugadores cumplen funciones en dependencia de los contextos. Reúne características distintas jugar como titular, con la responsabilidad que ello implica, o entrar de suplente con el contrario cansado o desorganizado, pero con la obligación de leer el partido y dar la solución que se requiere. Ambas cosas son muy importantes. 

Los que menciona fueron cambios de excelencia porque resolvieron partidos. Sus rendimientos han tenido consecuencia directa en el resultado y eso debe tenerse en cuenta, junto a todo lo demás. El entrenamiento dicta la realidad. A veces pensamos que si las cosas salieron bien en determinado momento siempre será así y no es cierto. 

Pero sí, valoramos cambios en el once inicial, pero mirando profundamente la realidad y no por elementos empíricos o sin fundamento que puedan afectar la forma en que el equipo se está comportando. Como ventaja tenemos al grupo entrenándose junto, de lo cual carecimos anteriormente. Y siempre estamos buscando alternativas para mejorar. A partir de ahí definiremos la lista de titulares y el grupo que tendrá responsabilidades resolutivas según se necesite.

Da la sensación que faltan algunos recambios, al menos en la zaga, donde urge un tercer central de nivel o un lateral derecho que permita a Piedra ocupar su posición ideal en el centro de la defensa…

Es así. Siempre que tengamos la opción de un cerrojo en cada posición será lo ideal. Pero también creo que hemos mejorado mucho en la línea defensiva, con centrales de buena dinámica como Carlos Vázquez, Piedra y Modesto Méndez, quien recién se incorpora. Además tenemos alternativas con Karel Espino y Yunior Yuri Pérez, aunque no sean naturales.

Tener tres centrales nos da seguridad para poner a Piedra por la derecha. Además se incorpora Dariel Morejón, de muy buena actuación ante Guatemala y Curazao, y por el otro lado contamos con Jorge Corrales, que ya hemos visto su aporte. 

No obstante, quizá debamos tener en cuenta la llegada de un lateral que refuerce esa zona, sobre todo para tener opciones y pensar en alinear con un atleta más ofensivo u otro más defensivo. 

En cuanto a la contención, hemos logrado un buen nivel con Karel y Davide Incerti. Ambos son jóvenes de mucho futuro y mejoran por día. También contamos con Yuri, quien refuerza la posición. Ahora bien, ante la pregunta sobre dónde tenemos que reforzarnos respondería que en los volantes laterales. 

Necesitamos jugadores más eficientes en sus funciones, a raíz del esquema deseado: más posesión de la pelota y control del juego, capacidad de ir por dentro o por fuera según se necesite; brindar apoyo a los laterales y lanzar pelotas a las espaldas de los defensores rivales. 

En esa posición, por su complejidad, seguimos buscando variantes. No obstante, tenemos jugadores de calidad y lo importante es el trabajo para extraerles el máximo. Confiamos en que las deficiencias en la definición se corrijan con la comprensión entre ellos y los minutos de juego.

¿Satisfecho y optimista con este proyecto?

Eso depende de muchos aspectos, sobre todo de lo tanto que queda por andar. Estaré satisfecho cuando hayamos cumplido los objetivos que nos propusimos y todavía estamos lejos. Este es apenas el comienzo. 

Optimista sí, y viene dado por este grupo de muchachos. Confío en ellos y sé que podemos lograr las cosas poco a poco. Eso anima y nos hace aspirar a más. Estamos contentos de contar con jugadores excelentes, que mantienen la disciplina y no manifiestan diferencias, a pesar de sus disímiles procedencias.

Tenemos la responsabilidad de lograr cosas y podemos hacerlo. Hay un mundo de posibilidades y eso nos alegra y compromete. Confiamos en este equipo y podemos llegar lejos.