La Habana.- PARIÓ la leyenda de Andarín un duelo en 1889 con el español Mariano Bierza, trotamundos que exhibía su resistencia física de pueblo en pueblo a la vez que retaba fundamentalmente a jóvenes.

Un domingo de noviembre, a las siete de la mañana, inició la porfía que sería abandonada por el ibérico a las cinco de la tarde.

El adolescente criollo de 14 años, Félix de la Caridad Carvajal y Soto, se mantuvo en el circuito por dos horas más. Nacía así el icono maratoniano cubano Andarín Carvajal.

Había visto la luz en La Habana el 18 de marzo de 1875, en medio de una pobreza que le acompañó hasta su muerte el 27 de enero de 1949.

CORREO MAMBÍ Y CARTERO

Por abrazar la causa independentista de 1895, como correo mambí, tiene que huir a Tampa, Estados Unidos, donde una hermana le dio refugio.

También conocida como la Guerra del 95, Guerra Necesaria o Guerra de Independencia de Cuba organizada por el Héroe Nacional José Martí, dio inició el 24 de febrero y finalizó en agosto de 1898.

Concluida la beligerancia, Félix de la Caridad regresó a Cuba y se empleó como portero del Hotel Inglaterra y cartero, fundamentalmente.

CUARTO OLÍMPICO

Entre las grandes hazañas del pequeño patriota de 1,52 metros sobresale la de los Juegos Olímpicos de San Luis 1904, en Estados Unidos, convocatoria en que tras crudas vicisitudes obtuvo el cuarto lugar.

A la cita llegó con 29 años de edad gracias a una colecta hecha en Cuba. Después intentó competir en los Juegos Olímpicos Intermedios en Grecia, en 1906, pero llegó cuando ya se habían terminado.

En predios norteños tuvo que sortear, en los 40 kilómetros pactados en tramos sin pavimentar rellenos con piedras, siete empinadas colinas y apenas un punto de agua a los 19 kilómetros de carrera, más temperatura de 32 grados Celsius.

Pero no pudo contra su peor adversario, el hambre. Llevaba más de 40 horas sin comer cuando, de líder de la carrera, unas manzanas en el trayecto parecieron ser alternativa a su imperiosa necesidad de alimentarse y lo que le provocaron fue una severa colitis.

Todos los reportes de la época señalan a Andarín como campeón inobjetable de no ser por ese percance, a pesar de correr con botas y un pantalón cortado allí mismo, minutos antes de la arrancada.

Salió varias veces de la carrera para evacuar, perdió ritmo, aflojaron las piernas, pero en la meta le recibieron miradas de respeto, mientras el estadounidense Fred Lordz, quien llegó primero, fue descalificado por hacer trampa al recorrer parte del trayecto en el automóvil de un amigo.

Los participantes en la lid, además del Andarín, eran griegos, norteamericanos e ingleses, la mayoría con experiencia, buena alimentación y preparación. Sin embargo, de 32 que tomaron la partida solo cruzaron la meta 14.

PRIMER ULTRAMARATONISTA

Había ganado medalla de bronce en el Primer Maratón del Missouri Athletic Club, realizado en San Luis el 6 de mayo de 1905, y una Gran Copa de Plata en una competencia efectuada en España.

Eso lo sumó a la epopeya de darle 4 mil 375 vueltas a la Manzana de Gómez, en La Habana, con 53 años. Especialistas determinaron que cada vuelta tenía 210 metros por lo que hizo 920 kilómetros.  

Dos años después cubrió mil 100 kilómetros por carretera entre Guane, en Pinar del Río, y la ciudad de Santiago de Cuba.

Varios expertos consideran a Andarín como el primer ultramaratonista de América, para no decir del planeta, porque se desconocen reportes de hazañas similares para la época.

Por ello y más Andarín Carvajal se ganó el corazón de los cubanos y es recordado en cada carrera emblemática del proyecto Marabana-Maracuba, en niños, adolescentes, jóvenes y abuelos que caminan o trotan en pos de la salud, de lo que hizo gala Félix de la Caridad Carvajal y Soto para confirmar que correr es vida.