La Habana.- APARECIDO en el panorama del deporte para discapacitados en el 2003 con récord mundial en disco categoría F56 (32,76 metros) el cubano Leonardo Díaz Aldana competirá en los XV Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro por su tercer oro.
Un año después de los II Juegos Parapanamericanos de Mar del Plata, Argentina, Díaz no cumplió los requerimientos de lanzamientos en la versión paralímpica de Atenas, donde no consiguió marca alguna entre los 11 presentados.
Sin embargo, su regreso a las competiciones internacionales sería por todo lo alto en la siguiente edición continental en la propia urbe carioca, donde ganó con cota del orbe de 39,87.
A partir de ahí eslabonó una serie de primacías cuando en Beijing 2008 se adueñó de su primer oro paralímpico con marca de 40,87 aumentada a 43,10 durante el Campeonato Mundial de Christchurch, Nueva Zelanda en el 2011.
Ese mismo año su disco “voló” hasta 44,36 en la mexicana ciudad de Guadalajara para ganar su tercera presea dorada en citas múltiples continentales y en el 2012 obtuvo la segunda paralímpica en Londres al extender la distancia hasta 44,63.
Otro título le llegó en el certamen del planeta de Lyon, Francia, en el 2013, fijando en 45,32 un récord que constituye su mejor perfomance de por vida.
Todo a base de superarse a sí mismo, pero tras un posterior cambio en la posición de lanzar desde la silla de ruedas no ha podido acercarse más a los 46 metros.
No obstante el pasado año retuvo la corona universal en Doha, Catar, con registro de 45,10 ante el iraní Ali Mohammadyari, quien el 23 de octubre del 2014 había quebrado su marca universal con 45,49 en Incheon, Sudcorea.
En el 2015 tuvo la satisfacción de alzar el cuarto oro parapanamericano en Toronto al tirar 40,65.
Con tal trayectoria Leonardo volverá a ser una de las esperanzas de los suyos en la Ciudad Maravillosa, a la que llegará sin más roce internacional desde Doha, pero con todas las ambiciones de ratificarse campeón.
En abril inscribió 45,04 en el certamen nacional disputado en el Estadio Panamericano, al este de La Habana.
«Solo pude entrenar antes algo más de un mes por problemas personales y salió esa distancia, así que estoy satisfecho y a partir de ahora espero poder prepararme más de cara a Río de Janeiro», declaró entonces el atleta de 41 años.
A pocos días de sus cuartos Juegos Paralímpicos habló sobre una nueva lesión que le obligó a ausentarse por dos meses del entrenamiento.
«Tuve un desgarramiento en mi hombro de lanzar, pero ya me he recuperado en un 80 por ciento y espero hacerlo al 100 cuando me toque», aseguró.
«Pienso esforzarme desde los primeros intentos aunque me vuelva a lastimar, porque esa medalla no puede faltarme. Soy un atleta de competencias y mi carrera lo ha demostrado», anunció sobre su incursión en la final pactada para el día 10 de septiembre en el estadio Joao Havelange.
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