Río de Janeiro.- CON SUS ojos enrojecidos, Osleni Guerrero se despidió del bádminton olímpico del 2016, no sin antes batirse hoy contra el indonesio Tommy Sugiarto, ante quien cayó 12-21 y 14-21 en 40 minutos.

En el Pabellón 4 de Riocentro, zona de la urbe carioca donde el antillano exhibió su potencial hace nueve años durante los Juegos Panamericanos, logró convertirse en el primer cubano en clasificar para el evento deportivo más importante.

No solo esto, ayer debutó y consiguió su primera victoria al imponerse al estadounidense Howard Shu 2-0 (21-16 y 21-15), a quien ya había derrotado en más de una ocasión en lides del circuito panamericano.

“Esto es algo único en cuatro años y el objetivo lo logré, llegar a Río y ganar en mi primera salida, luego luchar como lo hice, estoy muy contento por mi desempeño”, aseguró emocionado.

Osleni comentó el privilegio de estar aquí por muchos motivos, “al margen de lo competitivo es maravilloso departir con grandes atletas, incluso medallistas olímpicos, sentarte al lado de quienes son parte de la historia de su país, me siento halagado”, dijo.

A pesar del revés en su segunda salida, el Guerrero se vio rápido, incluso con variantes a la defensiva y por momentos un juego elegante, pero su rival coloca muy bien el volante y sabe dónde quiere ponerlo, ahí la diferencia.

Sugiarto está entre los diez primeros del ranking olímpico, líder en su país y bronce mundial.

“Ha sido bueno jugar hoy con un rival de estos atributos y acostumbrado a este tipo de torneo, jugué mejor el segundo parcial, aunque siempre uno siente la presión en una competencia y más a este nivel”, indicó.

Osleni opina que no es de los mejores ranqueados  de Asia, pero es un buen atleta, “hay que hacerle muchas habilidades técnicas para lograr puntos, al final lo hice correr en ocasiones, sacarlo del centro del terreno que era lo más importante, y le hice buenos tantos que es para mí fundamental”, explicó.

También cree muy significativo “haber roto el hielo del bádminton cubano en unos Juegos Olímpicos, es algo muy especial para mí, pues es el fruto del sacrificio desde que soy pequeño y el trabajo no ha sido en vano”, señaló.

“A pesar de no contar en Cuba con una instalación propia y tener pocos recursos, hemos trabajado fuerte para llegar a Río,  que es lo más bonito que me ha sucedido en mi vida deportiva”,  manifestó en tanto sus ojos se nublan, pero logra regalar una sonrisa.

“Muchos de los que están aquí no han podido ni siquiera ganar un juego y es muy importante haber abierto este camino con un triunfo y eso me entusiasma para pensar en los Juegos del 2020”, reveló.

“No obstante al revés de hoy todo este esfuerzo de años tiene su compensación porque a pesar de que en grandes eventos el bádminton no ha obtenido un lugar relevante, la gente te sigue apoyando porque sabe de nuestros sacrificios para llegar en óptimas condiciones”, acotó

“Agradezco muchísimo a mi familia, a mi madre que está como yo muy ansiosa y me siento feliz de honrar dignamente la presencia de todos los de la delegación, incluyendo a la prensa, que nos alientan y a la vez trasmiten a Cuba y al mundo todas estas lindas experiencias.”