Lorenzo ha sido el artífice de esta iniciativa.Foto: Miguel Galbán

Santiago de Cuba.- LA INCLUSIÓN educativa y deportiva son principios fundamentales del ideal socialista cubano, y apoyadas en él las escuelas especiales Eduardo Mesa Llul y Antonio Fernández León desarrollan desde el año 2007 el proyecto SONANCI.

Se trata de centros de acogida para niños sordos y ciegos, respectivamente, donde la única meta es brindarles amor desde el universo deportivo.
Su principal impulsor es el licenciado Lorenzo Castillo Núñez, primer invidente graduado de Cultura Física en el territorio. «Siempre me han gustado los deportes, diría que soy un apasionado de la actividad del músculo», indicó este incansable trabajador.
«La condición de ciego me limitó un poco en ese deseo de convertirme en atleta, pues en mis tiempos de joven el movimiento para discapacitados era muy incipiente, y es por eso que decidí abrazar la carrera de cultura física, para mantener vinculación con el mundo del deporte», recordó.
«Desde entonces he tratado de poner mis conocimientos al servicio de los niños que tienen algún tipo de limitante física, pues mi mayor anhelo es que se realicen desde todo punto de vista, personal y socialmente», sostuvo.
Situados en el corazón del poblado santiaguero de Boniato, ambos centros acogen aproximadamente a 320 alumnos de preescolar a noveno grado.
«La composición de los niños que tenemos en el proyecto es muy heterogénea, desde muy pequeños a otros con alrededor de 15 años, pero lejos de ser un obstáculo ha constituido una fortaleza, lo cual es nuestro principal objetivo», narró Castillo.
«Ellos realizan todo tipo de actividades, desde competencias internas, festivales interescuelas, composiciones gimnásticas y participación en las convocadas por el INDER, particularmente las carreras Terry Fox, de las que son parte desde que surgió esa iniciativa», precisó.
Desde el 18 de octubre del 2014 los artífices de este movimiento crearon la peña deportiva del mismo nombre, única de su tipo en el país y actualmente con 22 integrantes, 11 de cada plantel.
«La palabra de orden es la unión, y en este caso nuestros esfuerzos están encaminados a aumentar la membresía de la peña, que desde su surgimiento ha mostrado logros considerables en cuanto a apoyo al deporte se refiere», puntualizó.
A pesar de sus discapacidades los pequeños practican goal ball, ajedrez, atletismo, natación, judo, lucha y la sanabanda, siempre acompañados por sus profesores.
«Cada vez los muchachos insertados en el proyecto incrementan más sus habilidades motrices a la vez que ganan calidad de vida. De hecho hemos logrado resultados importantes con los más diestros, y próximamente algunos representarán a Santiago de Cuba en los I Juegos Múltiples para Discapacitados», dijo Castillo.
«Más del 75 por ciento de los participantes son de estas escuelas», enfatizó convencido de que el deporte tributa al desarrollo personal y social de los infantes que lo practican, principalmente en aquellos con limitantes físicas.