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Beijing.- PROFETA en su tierra fue hoy la marchista Hong Lui, coronada por primera vez en campeonatos mundiales de atletismo luego de sumar tres preseas consecutivas desde Berlín 2009.

Lui, recordista universal de los 20 kilómetros desde junio pasado (1:24.38 horas), ganó ahora dueña de 1:27.45 e inició la conquista de títulos para China aquí.

La medallista de plata en Daegu 2011 y de bronce en Berlín y Moscú 2013 cubrió su quinta asistencia a eventos de este tipo y permaneció en la punta de la carrera todo el tiempo, alternado con su compatriota Xhiuzhi Lu.

Esta fue en definitiva segunda con tiempo de 1:27.45 y la ucraniana Lyudmyla Olyanovska llegó después con 1:28.13.

UNA IMAGEN distinta del “Súper Usain Bolt” publica hoy la edición digital el periódico El Mundo.

El gran campeón jamaicano es visto desde los
ojos de su madre Jennifer, quien reside aún en el poblado de Sherwood Content, a más de tres horas de Kingston.
«Cuando nació era enorme. Pesó casi cinco kilos, porque salió una semana y media tarde. Creo que solo fue lento en eso. Luego fue un niño movidísimo, hiperactivo», recuerda la ex velocista aficionada.

Ella y su esposo Wellesley, padre del hombre más rápido del
planeta, resaltan las donaciones que éste realiza para mejorar su aldea, en especial las dirigidas al Waldensia Primary, el colegio donde estudió.

Aficionado a coleccionar los trofeos de su hijo y cuanta cosa
importante haya tenido que ver con la carrera de este, Wellesley tiene en un sitio especial el oro del primer mundial juvenil que ganó en el 2001.

«Antes de los Juegos de Atenas 2004 empezamos a ver que todo iba en serio. Creo que era demasiado pronto para su debut olímpico (tenía 18 años y fue eliminado en primera ronda con un decepcionante 21.05), pero también le sirvió de experiencia», recuerda.

«Entonces conoció a su entrenador (Glen Mills) y luego todo lo que ha venido ha sido increíble. A veces estoy en la suite de un hotel de lujo y pienso: «¿Cómo hemos llegado hasta aquí?», bromea el progenitor de la estrella, quien recuerda con orgullo las ofertas que llovieron desde universidades estadounidenses y las respuestas de su hijo: «Las
rechazó todas, siempre fue muy familiar».

LUEGO del esfuerzo que le costó al martillista polaco Pawel Fajdek ganar su medalla de oro aquí, solo necesitó unas horas de celebración para perderla.

Resulta que el fornido lanzador festejó en grande tras el triunfo y de regreso al hotel “pagó” a un taxista con
la presea conquistada en el Nido de Pájaros.

Como era de esperar una vez “recuperado” del alegrón, Fajdek extrañó su premio y recurrió a la policía para la búsqueda, pues según él «la había perdido».

Las autoridades hicieron su trabajo la medalla fue devuelta al dueño, aunque el conductor insistió en que fue el pago por su trabajo.

LA CIUDAD surcoreana de Daegu celebró en el 2011 la decimotercera versión de estos encuentros con acciones entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre y 1 742 participantes de 199 países, aunque solo 16 lograron al menos un campeón.

Estados Unidos fue el ganador por puntos (255,5) y medallas: 12 oros, ocho platas y seis bronces.

Entre los símbolos utilizados para la promoción del evento sobresalió la mascota Sarbi, un perro de la raza sapsal-gae,
originario de esa región y considerada popularmente como una fuente de buena suerte y fortuna.

Competitivamente esta siempre será una cita recordada por la arrancada en falso de Bolt en la final de los 100 metros planos. Tras la descalificación del favorito, el también jamaicano Yohan Blake asumió el liderazgo con 9,92 segundos.

Cuba se despidió sin oros, con el subtítulo de Lázaro Borges
en la garrocha como mejor resultado y bronces de Guillermo Martínez (jabalina), Leonel Suárez (decatlón) y Yarelis Barrios (disco).