Toronto.- ES UNO de los “rostros” más visibles de esta, la ciudad que acoge los XVII Juegos Panamericanos.

Las guías turísticas y otros documentos precisan que se llama Torre Nacional de Canadá, pero todos le conocen como CN Tower y se yergue majestuosa hasta los 553,33 metros para situarse entre las más altas del planeta.

Los pobladores de la urbe recuerdan con orgullo que fue la número uno de 1975 a 2007, y es considerada entre las Siete Maravillas del Mundo moderno por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.

Su nacimiento respondió a la necesidad de solucionar las limitaciones impuestas a las comunicaciones por la abundancia de rascacielos en el centro de la urbe, aunque también devino mensaje sobre la pujanza de esta.

El proceso constructivo demandó 40 meses de labor ininterrumpida durante cinco días de cada semana e implicó a 1 537 trabajadores para abrirla al público el 26 de junio de 1976.

La inversión se calcula en unos 300 millones de dólares canadienses y terminó de recuperarse 15 años después de inaugurada.

Las antenas están ubicadas a 338 metros y el extremo de la destinada a las transmisiones quedó instalada en la cima, cual corona de la reina, para lo que fue necesario un helicóptero-grúa.

Visitarla es como regalarle una caricia a la vista. Por el hecho mismo de contemplar la belleza de un panorama que parece rendirse a sus pies, y por los otros muchos atractivos añadidos a su prestancia carente de cables sujetadores.

Dígase un piso y ascensores de cristal que se mueven a 22 kilómetros por hora y están signados por fachadas con paneles de superficie de vidrio, además de tres restaurantes.

O una escalera de metal de 1 776 escalones que conducen al nivel del Sky Pod (447 m o 147 pisos) como la pieza de su tipo más alta del mundo.

¿Por qué CN Tower? Originalmente por Canadian National Tower (Torre de la Canadian National). Ahora Canada's National Tower (Torre Nacional de Canadá).