Veracruz.- A SOLO horas de una ceremonia inaugural cuyos detalles se preservan como tesoro de gran valía los organizadores de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe comienzan a ser sometidos a exámenes de mayor rigor.

El incremento de los arribos, la necesidad de movimientos hacia subsedes y hoteles varios, y la prioridad demandada por la seguridad en medio de la particular situación enfrentada en los últimos días por el país complejizan el escenario.

La llegada del primer grupo con que Cuba consolidó su presencia este miércoles devino expresión clara de que no todos los mecanismos respondieron al detalle, pues los trámites migratorios resultaron lentos en el Aeropuerto Internacional de Veracruz y el recorrido hacia el Centro de Convenciones careció de prioridad en la vía.

Es cierto que una vez allí la acreditación de los periodistas fluyó con rapidez y hubo respuesta para sus llegadas al lugar de hospedaje, pero este último paso no fue igualmente ágil para todos los atletas, árbitros y directivos requeridos de transportación.

Son apenas ejemplos que pudieran considerarse sin demasiado peso en los inicios, pero la dispersión de los competidores en un número no despreciable de hoteles será un punto de mira permanente hasta que la eficiencia de los anfitriones demuestre la validez de esa fórmula.

Nunca será lo mismo disponer de líneas únicas destinadas a enlazar una villa con las instalaciones que regirse por trayectos diversos, con puntos de salidas diseminados, y nadie podrá evitar la incertidumbre aunque las autoridades han apostado por el éxito.

Por lo pronto queda esperar lo que aporte el día a día, al tiempo que avanza el programa de izamiento de las enseñas nacionales, los medios dedican espacios a la presencia de Cuba y voluntad de liderar la justa pese a la oposición de México, y en el estadio Luis “Pirata” Fuente crece el trabajo destinado a la apertura de este viernes.

Los últimos trascendidos apuntan hacia la arquera subcampeona olímpica Aída Román como principal candidata a encender el pebetero y ratifican la intención de mostrar un espectáculo que proyecte lo mejor de la cultura veracruzana y cierre al ritmo del puertorriqueño Ricky Martin, pero la prueba de fuego comenzará un día después.