Santiago de Cuba.- LA APERTURA de un gimnasio deportivo recreativo, llamado Fuerza y Vida, y dotado de 22 equipos de última generación, con un coste de más de medio millón de pesos, se ha convertido en la principal atracción de un espacio en que además puede disfrutarse de una pizzería, cremería, gimnasio biosaludable y otros servicios.
La instalación está ubicada en las inmediaciones del antiguo Vista Alegre Club, lugar de recreo de la burguesía santiaguera que con la Revolución se convirtió en el Círculo Social Obrero Capitán Orestes Acosta.
Fue este además el primer sitio donde estuvo enclavada la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar de Santiago de Cuba, y más recientemente la dirección de la empresa Baconao.
Esta instalación del deporte indómito pudiera ser “reclamada” por sus antiguos propietarios, a partir de la activación el pasado 2 de mayo del título III de la Ley Helms-Burton.
El mencionado título establece la autorización a nacionales estadounidenses para presentar ante tribunales de Estados Unidos demandas contra todo extranjero que “trafique” con propiedades estadounidenses que fueron nacionalizadas en Cuba en la década de 1960.
Pero el gobierno revolucionario emitió la Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas, que declara ilícita la Helms-Burton y considera nula toda reclamación amparada en ella de persona natural o jurídica, cualquiera que fuere su ciudadanía o nacionalidad.
De ahí que las instalaciones deportivas seguirán en manos del pueblo cubano. Fuerza y Vida será para los habitantes de Santiago de Cuba.
En conversación con el metodólogo general integral de la instalación, Lic. Abel Rodríguez Despaigne, JIT pudo conocer que «contamos con una clientela que ronda los 500 usuarios por jornada, quienes vienen fundamentalmente a realizar ejercicios aerobios y a mejorar su musculatura».
El entrenador explicó también que el gym, además de las áreas de aerobios y musculación, cuenta con un tercer local, donde se ubican los aparatos electrónicos —e mucho beneficio para el sistema cardiovascular— y la sauna.
«Prestamos servicios desde las 6:00 a. m. hasta las 8:00 p. m., con dos turnos de profesores —cuatro en la mañana y la tarde—, quienes imparten los aerobios y están al tanto del correcto uso de los equipos y su cuidado. Incluso, si el practicante necesita algún tipo de asesoramiento en su entrenamiento, se les brinda.
»Aquí, en el Fuerza y Vida, el objetivo es que las personas se sientan satisfechas del servicio recibido y que encuentre en nuestro gimnasio lo que vino a buscar, ya sea mejorar la estética de su cuerpo o llevar estilo de vida saludable. Por eso les damos charlas para que reduzcan el uso de medicamentos innecesarios, sobre todo, los anabólicos, que tanto trauma causan al ser humano», enfatizó Rodríguez Despaigne.
Por otra parte, la administradora del centro, Marbelis Acosta Hernández, argumentó que «tenemos dos tarifas de pago. Los que quieran afiliarse de forma mensual deben abonar 50 pesos moneda nacional, y para los que deseen pagar diario, o sea, los llamados eventuales, el monto es de tres pesos. En cada caso, el derecho es a una sesión por día».
La directiva explicó que en el local también hay un Joven Club con conexión wifi, una juguera para los que prefieran hidratarse luego de los ejercicios, un local con aparatos electrónicos para niñas y niños, y cada baño cuenta con sus taquilleros.
Al respecto, Katia Nápoles, una de las clientas de la instalación, confesó estar muy contenta con la apertura de este recinto: «Me gustan mucho las clases de aerobios. El local tiene condiciones perfectas y con un personal muy capacitado. Es una iniciativa que debería llevarse a otras partes de la ciudad y de la provincia, a medida que lo permitan las condiciones».
Ahora comienza otra tarea para los trabajadores y usuarios del Fuerza y Vida: cuidar lo que tanto esfuerzo cuesta. Solo así podremos disfrutar por años de esta nueva joya del ejercicio físico en Santiago de Cuba.
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