La Habana.- «NOSOTROS tenemos el reto de que nuestros nietos y bisnietos sientan la misma pasión para defender lo suyo y para impedir que alguien de afuera quiera regir los destinos de Cuba», apuntó Ricardo Alarcón de Quesada al intervenir hoy en la sesión final del Seminario Nacional de Preparación del Curso Escolar 2019-2020 en el sistema deportivo cubano.
Esas sentidas palabras arrancaron los aplausos del auditorio presente en el teatro de la Empresa Deportiva Batos, como colofón de una disertación en que profundizó en el contenido y objetivos de la pérfida Ley Helms Burton.
Alarcón detalló las esencias de cada uno de los capítulos del engendro anticubano, y afirmó que ninguno es más o menos importante que los otros, pues todos persiguen el derrocamiento de la Revolución.
El político y diplomático cubano desmontó absurdos como la declarada fecha de inicio de las nacionalizaciones (primero de enero de 1959), y demostró el amparo legal en que estas se sustentaron, el alcance extraterritorial de la Ley Helms Burton y la inoperancia de las demandas ya presentadas en tribunales de Estados Unidos, entre otros temas.
Alarcón insistió en que hay un creciente rechazo internacional a la aplicación de la también llamada Ley Garrote; y que en Estados Unidos se manifiesta una oposición manifiesta a la aplicación práctica de su Carril Tres.
Sin embargo, recalcó la importancia de la resistencia consciente del pueblo cubano como la base del triunfo que otra vez alcanzaremos frente a la amenaza yanqui.
«No hay Trump que dure 100 años, ni mundo que lo resista», parafraseó al final de sus palabras, para recalcar el valor de no ceder en principios ni ante las complejidades de los días que vivimos.
A continuación los participantes escucharon otras importantes reflexiones sobre las tensiones en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en la voz de Yuri Gala, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
A los apuntes históricos al respecto, el diplomático de carrera agregó ejemplos concretos del modo en que arrecia el cerco de Estados Unidos sobre la economía y la estabilidad de la Isla, haciendo valer su manifiesta política de Bloqueo y Subversión.
El objetivo es cambiar el orden político, económico y social de Cuba, con un método confrontacional que borra los avances logrados en la época de Barack Obama, sentenció el conferencista.
Al referir los hitos de esa agresividad norteamericana mencionó el derribo del Acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la Major League Baseball (MLB), tema sensible que se suma a la retirada de su personal diplomático, a la aprobación de la aplicación del Carril Tres de la Helms Burton, y a la suspensión de un grupo de licencias para viajes en cruceros, aviones privados, los contactos pueblo a pueblo, entre otras cuestiones.
Gala aseguró que permanece el objetivo de asfixiar al pueblo cubano para hacer desaparecer a la Revolución, algo que se estrella día a día contra la férrea voluntad de los cubanos.
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