La Habana.- EL BEISBOL de Cuba en 2025 vive un momento de contrastes: algunos triunfos que reafirman su vigencia, pero también carencias que evidencian la necesidad de una estrategia nacional más sólida para recuperar el terreno perdido.

Con interesantes y precisos intercambios, la Federación Cubana de Beisbol y Softbol inició este viernes  y concluirá este sábado su Asamblea de Balance del año, con la presencia de los comisionados provinciales. Su sede es el Salón Adolfo Luque, del Estadio Latinoamericano.

Presente en el intercambio estuvo Roberto León Richards, presidente del Comité Olímpico Cubano.

Entre los temas tratados, Juan Reinaldo Pérez Pardo, presidente de la Federación Cubana de Beisbol y Softbol, citó como medular el trabajo de las provincias en la base, donde surgen los talentos que luego integrarán los equipos provinciales y nacionales. 

«Esos territorios precisan reparar sus instalaciones beisboleras, desarrollar el calendario competitivo de todas las categorías y rescatar la industria deportiva local para tener mayor cantidad de bates, guantes y otros implementos», expresó.

Pérez Pardo expuso además la necesidad de que las 16 academias de beisbol existentes en la Isla salgan de los estadios principales, cuyos terrenos se deterioran con tanto uso para el entrenamiento. 

El también comisionado nacional aseveró que se deben buscar soluciones para que no decrezca más el número de profesionales de beisbol, y citó la necesidad de mejorar la masividad.

Las autoridades deportivas han comenzado a delinear una estrategia nacional de recuperación, que busca reestructurar la Serie Nacional y la Liga Élite con mayor profesionalización y mejor calendario competitivo, así como fortalecer las academias juveniles, apostando por el desarrollo temprano de talentos.  

Además, se persigue mejorar la preparación física y técnica, incorporando métodos modernos de entrenamiento y reactivar vínculos internacionales, con la intención de que Cuba vuelva a ser protagonista en torneos regionales y mundiales.

A pesar de las dificultades, el beisbol sigue siendo un fenómeno cultural y social en Cuba. Quienes escucharon y aportaron criterios en la mañana de este lunes, son conscientes de que en 2025 no ha perdido su esencia ni su pasión, pero enfrenta un reto enorme: transformar las certezas en pilares sólidos y superar las insuficiencias para recuperar la hegemonía de otrora.