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La Habana.- UN NUEVO tornado azotó el sábado a la capital cubana en horas de la mañana y el mediodía. Personas bien informadas y medios de comunicación dan cuenta de fuertes vientos de alegría e intensas lluvias de actividad física y deportes.
Las autoridades gubernamentales han explicado que no hay afectaciones materiales ni daños humanos. Todo lo contrario. Cientos de niños, jóvenes y adultos mayores dejaron de asistir a los policlínicos, al tiempo que las ventas de medicamentos experimentaron una notable tendencia a la baja.
Al respecto, los economistas rechazaron tener preocupaciones y la “Bolsa Habanera” no refirió grandes pérdidas.
Las autoridades policiales debieron cerrar varias calles, desviar vehículos y mantenerse alertas ante balones de fútbol extraviados, patinetas que viajaron a altas velocidades sobre el asfalto, vías que acabaron pintadas con alusiones a juegos tradicionales como el pon, y otros desórdenes conocidos popularmente como “planes de la calle”.
Durante más de cuatro horas se percibió inestabilidad en varias zonas de la capital, donde brigadas de estudiantes de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, junto a profesores deportivos del Inder, sacaron de sus viviendas a habitantes afectados material y sicologicamente por el tornado del pasado 27 de enero.
JIT conoció que nadie se quejó al respecto, y que los CDR y los delegados de circunscripción podrían estar evaluando realizar un reconocimiento público a los protagonistas de tales “disturbios”.
Algunos sicólogos fueron consultados vía telefónica sobre si era normal que la gente bailara en la calle en pleno mediodía, que personas mayores recibieran masajes en público, o que se entregaran regalos a niños de todas las edades por colar un gol o una canasta, por bailar la suiza o responder una pregunta.
Los especialistas apelaron a investigaciones anteriores y explicaron que es algo común en la Isla desde la década de 1960, y que ello se relaciona a un fenómeno mundialmente conocido como Revolución Cubana.
El meteorólogo José Rubiera ha prometido comentar en próximas emisiones del noticiero estelar las características de este llamativo tornado de alegría y esperanza.
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