El deporte deja, tras la frialdad de los números, las cálidas imágenes de lo verdaderamente importante: los sentimientos humanos.En estas puede verse el sabor alegre de la victoria, pero también la añoranza por quiénes ya no están para compartirlas y el amargo sufrimiento por el éxito esquivo, que refleja a fin de cuentas la quintaesencia de la vida misma. (Fotos: Calixto N. Llanes, enviado especial)