Foto: IWF

La Habana.- LA HALTEROFILIA cubana cierra una temporada 2019 de logros y deudas, pero con razones para sentirse optimista de cara al año olímpico y el venidero cuatrienio.

El punto más alto de la temporada fueron las primeras medallas mundiales para las pesistas de la Isla, gracias a las actuaciones de Ludia Montero en la ciudad de Pattaya, en Tailandia.

Allí la jovencita sumó dos medallas de plata (arranque y biatlón) en la división de 45 kg, en una demostración que será recordada por siempre y que pugnó por ser el acontecimiento deportivo de la campaña en Cuba.

Luego hay que destacar la medalla de plata de Luis Manuel Lauret (+109 kg) en los Juegos Panamericanos de Lima, la cual significó nuestro único ascenso al podio dispuesto en el Coliseo Mariscal Cáceres.

El rendimiento en la capital peruana dejó mucho que desear, pues algunos atletas no cumplieron sus cometidos y varios jóvenes confirmaron no estar aún a la altura de la lid.

Esa situación, en palabras de Jorge Luis Barcelán, comisionado nacional y presidente de la federación local, amerita una nueva estrategia de trabajo de cara al venidero ciclo olímpico.

Sin embargo, la temporada dejó claro que la reserva de este deporte goza de buena salud en ambos sexos, y ello lo confirma la calidad de la matrícula existente en la Esfaar Cerro Pelado y los resultados alcanzados en varias lides continentales.

De esas resaltar, sin dudas, la organización en La Habana del Campeonato Panamericano Juvenil a la par del Memorial Suárez, eventos de los cuales se extrajeron importantes dividendos.

En la justa para noveles resaltó el dominio por puntos de las chicas, lideradas por el triunfo absoluto de Ludia Montero en los 49 kg; el bronce en envión de Andrea González (59 kg); los tres segundos lugares de Melisa Aguilera (76 kg); las dos preseas de oro y una de bronce de Talía Hurtado (81 kg); el par de terceros lugares de Ana María Milián (87 kg) y un bronce de Eyurkenia Duverger en +87 kg.

En el sector varonil sobresalieron Arley Calderón (2-0-1) y Otto Oñate (0-1-0) en la categoría de 61 kg; Miguel Castro (0-2-0) y Edisnel Corrales (0-0-1) en 67 kg; Ariolvis Begue (0-2-1) en 81 kg; y Juan Carlos Zaldívar (1-2-0) en los 96 kg.

Esos y otros nombres conforman la cantera de la cual beberá este deporte en el cierre del actual cuatrienio y sobre todo en la ruta hacia París 2024.

En cuanto a la lid continental para mayores, Calderón (bronce en envión) y Oñate (bronce en arranque) llegaron al podio en los 61 kg, al igual que Juan Columbié (0-1-2) en 109 kg y Lauret (1-2-0) en más 109 "kilos".

Las chicas, por su parte, festejaron el bronce de Melisa Aguilera en el arranque de los 76 kg; y las tres preseas de ese valor de Talía Hurtado en los 81 kg. Marina Rodríguez (64 kg) y Ludia Montero (49 kg) cerraron quintas en sus respectivas divisiones.

Finalmente, cabe resaltar la prioridad dada en la estrategia de trabajo a la clasificación olímpica, razón por la cual varios atletas acumulan puntos que les hacen elegibles por el ranking.

La idea de los entrenadores de la Isla es llevar dos atletas en cada sexo a Tokio 2020, pero con mejor “suerte” esas cifras pudieran elevarse.

En la inminente nueva temporada será ese el primero de los retos, para lo cual se prevé asistir al certamen panamericano, a algún que otro gran premio y aprovechar el Memorial Suárez en el mes de marzo, pues tendrá categoría plata.

Hay mucho peso que levantar, pero reina el optimismo.