Nur Sultan, Kazajistán.- ESTA ENTREVISTA comenzó en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, continuó en el aire sobre el océano Atlántico y fue redactada en esta hermosa ciudad euroasiática.

Sus vaivenes, sin embargo, no restan claridad a lo expresado por Jorge Luis Barcelán sobre la inminente participación cubana en el Campeonato Mundial de Pesas de Pattaya, en Tailandia.

El presidente de la federación cubana de esta disciplina abordó varios temas de interés, sobre todo los vinculados a la estrategia de clasificación rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Mucho se habla del nuevo sistema aprobado para repartir los cupos…

A partir de septiembre de 2018 se introdujo el nuevo sistema de clasificación para Tokio. Se crearon eventos de diferentes categorías que permiten la acumulación de puntos, en un proceso que cierra el 30 de abril próximo. Hay que asistir como mínimo a seis eventos para poder optar por un espacio en la capital japonesa.

¿Cómo van nuestros atletas en ese “lío”?

Tenemos un grupo que ha participado en varios torneos, incluyendo los Juegos Panamericanos de Lima y el Continental Juvenil de La Habana, ambos con categoría plata. Algunos de ellos tienen buenas puntuaciones y esperamos puedan clasificarse, para lo cual tienen que acabar entre los 14 primeros de ese ranking.

Eso suena difícil dicho así…

Insisto en que este sistema ofrece posibilidades a las federaciones de menos recursos económicos. ¿Por qué? Pasará a Tokio un solo atleta por nación, el de mejores resultados. Directamente entrarán los ocho primeros pesistas del ranking de cada división, y luego otros seis a razón de uno por área geográfica, sin repetir países. De ahí que nos favorezca en la desigual lucha contra europeos y asiáticos.

El Mundial de Pattaya será de nivel oro, pero Cuba solo asiste con cuatro atletas…

Claro, demasiado costoso. Agradezco ante todo el apoyo del Inder para esta participación en medio de las actuales circunstancias del país.

Nuestra decisión fue que asistieran atletas de nivel que poseen menos puntuación en el ranking hacia Tokio, buscando que con buenas demostraciones sumen gran cantidad de puntos.

Hablemos de nombres…

Ya viste a Ludia Montero, habitual en los 49 kg, pero estamos intentando que baje a 45 kg. Ahí sus resultados se valorizarían muchísimo. También está convocado Arley Calderón de los 61 kg. Ellos serán los primeros en competir el día 19 de septiembre.

Además, estarán Olfides Sáez en los 89 kg, quien con su envión de Lima puede ubicarse entre los primeros lugares del Mundial; y Marina Rodríguez, con calidad suficiente para entrar en los juegos olímpicos.

Por supuesto que llama la atención la ausencia de Luis Manuel Lauret, nuestro único medallista en Lima…

Se trata de uno de los atletas más cercanos a la clasificación. Es cierto que alcanzó la plata panamericana, pero no cumplió los propósitos de marcas que llevaba. Debió completar 410 kg y alzó 399.

Hemos decidido, colectivamente, que no vaya a este Mundial, pues siendo el último del ciclo cuatrienal exhibirá resultados por encima de la media. Le orientamos descansar para emprender en breve su preparación, con asistencia a eventos en nuestra área.

¿Hay una ruta crítica prevista en ese sentido en 2020?

Tendremos el certamen panamericano de República Dominicana y un Grand Prix posiblemente en Guatemala. También celebraremos el Memorial Manuel Suárez del 2 al 8 de marzo, ahora con categoría plata, lo que debe asegurarle interés internacional. Esa noticia la recibimos hace muy poco de parte de la federación internacional (IWF) y nos hace muy felices.

Además, a finales de este año llevaremos cuatro atletas a un Grand Prix en Lima: Melissa Aguilera y Marina Rodríguez entre las damas, y Addriel La O y Otto Félix Oñate por los varones.

¿Podemos subir a la plataforma de Tokio 2020?

Digo más, debemos asistir como mínimo con un par de hombres e igual cifra de mujeres. Y si los resultados salen como prevemos, podríamos hasta duplicar esas cifras.

¿Entonces las pesas sí tendrán actividad en el último año del ciclo olímpico?

Necesitamos seguir trabajando rumbo a Tokio, pues tenemos reales opciones de llegar. No podemos cruzarnos de brazos hasta el 30 de abril, día en que sabremos quiénes se clasificaron con nombre y apellidos. Después nos dedicaremos al cierre de la preparación rumbo al mayor escenario de nuestro deporte.