Asunción.- TODA la energía desbordada durante dos semanas en los escenarios de competencias se transformó en alegría este sábado durante una ceremonia de clausura acogida por el Parque Olímpico Paraguayo, y que puso fin a los II Juegos Panamericanos Júnior.
Luces, fuegos artificiales música para jóvenes y hecha por jóvenes… pero sobre todo mucha satisfacción por los días transcurridos en esta ciudad se evidenciaron en una velada a la que asistieron representantes de las 41 naciones presentes y se apagó el fuego que ardió iluminando las esperanzas de los más de 4000 participantes.
La bandera cubana, llevada por la multimedallista del canotaje Yisnoly López y el decatleta Josmi Sanchéz, ondeó en una noche que volvió a ser fría por el gélido aire que soplaba, pero cálida por lo vivido.
Sueños que se cumplieron, resultados que alientan a los futuros campeones mundiales y olímpicos, la fiesta más joven del continente demostró lo acertado de un proyecto que se inició hace cuatro años en Cali-Valle y ya comienza a echar raíces.
Gracias Paraguay… fue una expresión escuchada más de una vez. La amabilidad de los habitantes de esta ciudad fue uno de los signos distintivos de la cita y la cordialidad de los voluntarios otro de los muchos puntos a favor de una sede que logró el sueño de tener en casa los mejores deportistas jóvenes de América.
|