Asunción.- EN UNA invernal mañana de domingo, los cubanos mostraron de qué están hechos cuando con sus respectivas armas desafiaron los retos impuestos en el polígono de tiro de esta ciudad, sede del torneo de tiro deportivo de los II Juegos Panamericanos Júnior.

Melany Abreus, con su pistola de aire y a la distancia de 10 metros, firmó una excelente remontada que le elevó hasta el cuarto lugar del certamen 191.4 puntos, muy cerca del bronce.

«En la clasificación fallé en dos series, pero logré darme cuenta de lo mal hecho. Así pude hacer los arreglos precisos y levanté en las restantes», comentó la cienfueguera a JIT.

«Ya en la fase final, estaba muy nerviosa y el corazón se me quería salir por las orejeras que uso. La inestabilidad y el nerviosismo se adueñaron de mí, estuve a punto de obtener el bronce, pero me "caí" en las dos últimas rondas de disparos y ahí lo perdí», lamentó.
Evidentemente, estaba muy tensa. Pero esta sureña hace honor al implemento con el cual compite y se convierte en una joven "de armas tomar".

Su equipo nunca dejó de aplaudirle y vitorearle desde la grada. Y Melany lo agradece, porque le daba mucho ánimo.

«Estoy muy feliz, porque con el apoyo de todos y pudiendo avanzar en el trabajo, logré lo que no esperaba», sentenció.

En la pistola de aire a 10 metros, su compañera de equipo Adianet López ocupó la sexta posición (148.6).

Otro que mostró buen resultado fue Miguel Ángel Hernández (skeet), quien se ubicó en el quinto escaño.

Ellos se robaron no solo la atención de los jueces, sino también el aplauso emocionado de todo un país. Ellos no ganaron medallas, pero conquistaron algo más duradero: el respeto y el cariño de su gente.