La Habana.- CUBA quedó sin medallistas en el Campeonato Mundial de Judo de Budapest 2025, que culminó este jueves en Hungría.
Andy Granda (+100 kg), sobre quien recaían las mayores esperanzas de subir al podio por la Mayor de las Antillas, fue sorprendido por el serbio Kokauri Ushangi con una técnica de desbalance en poco más de 30 segundos, que sirvió para waza-ari.
El campeón mundial de Taskent 2022 no pudo levantarse más, pues su rival lo dejó inmovilizado otros 15 segundos en el tatami, lo que le valió el waza-ari-awasete-ippon.
De esta forma se despidió apenas en el primer combate, lo mismo que Jonathan Loynaz, en la misma división, perdedor en su primera salida ante el joven chipriota Giannis Antoniou.
La misma suerte corrió la Deyanara Curbelo (78 kg) ante la fuerte japonesa Mao Arai, quién finalmente ganó la medalla de plata.
La surcoreana Hayun Kim, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024 y el mundial de Abu Dabi de ese mismo año, ganó la prueba.
Su compatriota Hyeonji Lee terminó con medalla de bronce, lo mismo que la francesa Romane Dicko, dos veces medallista olímpica y campeona mundial en Taskent 2022.
El ruso Inal Tasoev (+100 kg), líder del ranking IJF y favorito precompetencia, ganó su segunda medalla de oro en mundiales, tras vencer en la final al campeón del orbe y subtitular olímpico georgiano, Guram Tushishvili, cuarto del listado mundial.
El plateado nivel olímpico de París 2024 y campeón defensor, el surcoreano Minjong Kim, consiguió una de las medallas de bronce, y el tayiko Temur Rakhimov, también medallista olímpico y mundial, consiguió la otra.
Kim, tercero del ranking; y Rakhimov, segundo, confirmaron que la división de +100 kg resultó una de las más fuertes, si se tiene en cuenta que los cuatro mejores ubicados en la clasificación universal terminaron en el podio de premiaciones.
Japón, con el primer lugar en el medallero por países asegurado desde la fecha anterior, consiguió seis medallas de oro, cuatro de plata y otras cuatro de bronce.
Los atletas rusos, a pesar de estar impedidos por la IJF de competir bajo su bandera, alcanzaron tres títulos y dos medallas de bronce.
Italia con dos coronas y Georgia, Francia y Corea del Sur, con una cada uno, completaron los puestos de honor en el ordenamiento por países.
Cuba culminó en el lugar 24 entre 93 naciones participantes, lo que entraña determinado mérito entendiendo la distancia de las potencias del deporte con el resto.
Sin embargo, este resultó el tercer mundial consecutivo que los caribeños se despidieron sin medallas, un hecho inédito desde la edición de Essen 1987.
Incluso, ha sucedido en cuatro de las últimas cinco citas del orbe: Budapest 2021, Doha 2023, Abu Dabi 2024 y la presente. Solo la medalla de oro conquistada por el propio Granda en Taskent 2022, rompió la sequía del último quinquenio.
Desde la medalla de bronce de Jorge Fis Castro en la categoría abierta en la cita alemana de Essen en 1987, hasta el subtítulo de Idalis Ortiz (+78 kg) en Tokio 2019, los atletas de la Isla siempre consiguieron alguna presea.
La realidad cambió drásticamente, y es cierto que el contexto es sumamente complejo, y que nos separan muchísimos puestos, cerca de 70, de los últimos lugares.
Sin embargo, ello solo despierta la interrogante de si debe conformar eso a una nación que en 30 años se consolidó como la sexta en el medallero histórico en estas lides.
La respuesta, probablemente, invite a la reflexión profunda y a la acción en aras de recuperar el camino perdido.
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