París.- LÁZARO Martínez quedó como el único de los tres representantes de Cuba que logró avanzar a la discusión de medallas en el triple salto, el certamen olímpico de atletismo que se celebra en el Estadio de Francia, de esta ciudad.
Aunque muy lejos de sus mejores registros, el subcampeón mundial de Budapest 2023 acuñó su boleto finalista con un brinco de apenas 16,79 metros, que tendría que mejorar mucho para aspirar este viernes a algún premio.
Al menos posee una segunda oportunidad que no disfrutarán sus compañeros de selección Andy Hechavarría (16,70) y Cristian Nápoles (16,67), quienes también cerraron muy por debajo de sus reales posibilidades.
El límite para el avance directo estaba fijado en 17,10 metros, marca que no parecía demasiado exigente, pero que terminó siendo un reto infranqueable para la mayoría de los clasificados. Apenas cuatro de los 32 inscritos consiguieron vencerla, entre ellos el cubano campeón defensor Pedro Pablo Pichardo (17,44), quien representa a Portugal desde hace varios años.
El vigente monarca mundial Hugues Fabrice Zhango (17,16), de Burkina Faso, también se sumó al lote de los que partirán como favoritos para pelear por la corona.
Otra aspirante a finalista en las filas cubanas fue Roxana Gómez, pero no le alcanzó el tiempo de 50.48 segundos para buscar una medalla en la prueba de 400 metros. Aunque la capital francesa ha sido el escenario de sus mejores marcas del año, la cienfueguera necesitaba bajar de los 50 segundos para repetir la buena actuación que firmó en la edición de Tokio 2020.
Antes había dicho adiós al certamen el saltador de altura Luis Enrique Zayas, después de fallar tres veces con la varilla a 2,27 metros del suelo. Su tope quedó fijado en 2,24, pero los dos errores a esa altura terminaron costándole la clasificación.
ALGUNOS PREMIOS DE LA FECHA
Entre las finales celebradas este miércoles en la Ciudad de la Luz, una hizo levantar al público y tuvo un desenlace inesperado. Mientras muchos apostaban al primer reinado olímpico del lituano Mykolas Alekna en el lanzamiento del disco, se apareció el jamaicano Roje Stona para adueñarse de esa corona.
Alekna –hijo del campeón de la especialidad en Sídney 2000 y Atenas 2004– ha dominado toda la temporada y es el actual recordista mundial. Comenzó fuerte la competencia, borrando con su primer disparo la plusmarca hasta entonces en poder de su progenitor.
Poco duró en los libros el tope de 69,97 metros, porque en solo minutos Stona subió la parada llevando el implemento hasta los 70 metros que quedaron fijados como el nuevo tope bajo los cinco aros.
El caribeño se convirtió de paso en el primer discóbolo nacido fuera de Europa y Estados Unidos que gana el título en esa especialidad. El australiano Mattew Denny se quedó con el bronce, luego de anotar 69,31 metros.
También disfrutando de su éxito inicial a este nivel quedó la pertiguista australiana Nina Kennedy, gracias al salto de 4,90 metros que quedó fuera de alcance para el resto de las competidoras. Por detrás de la reina de Budapest 2023 se situaron esta vez la estadounidense Katie Moon (4,85) y la canadiense Alysha Newman (4,85).
En los 400 m entre hombres Quincy Hall (43.30 segundos) logró lo mejor de su vida para devolver a Estados Unidos un dominio que no ejercía desde Pekín 2008, cuando LaShawn Merritt ganó con 43.75 segundos.
La vuelta al óvalo se corrió tan fuerte que el británico Matthew Hudson-Smith (43.44), ocupante del segundo puesto, fijó una nueva marca europea, al tiempo que Muzala Samukonga (43.74) terminaba tercero con el récord de Zambia en su poder.
Este jueves los cubanos no tendrán acciones en el campo y pista, pero la sesión nocturna volverá a estar marcada por interesantes finales, incluida la de 200 metros para hombres que por lo visto en el hectómetro promete grandes emociones.
|