París.- LA NADADORA Andrea Becali imaginó mucho su debut en la natación de estos Juegos Olímpicos. Lo soñó repetidamente, casi a diario. En su mente “dibujó” el momento, planificó marcas… sabía de antemano que sería emocionante, como lo fue escuchar hoy su nombre en la amplificación de la majestuosa Paris La Defense Arena.
Completar los 200 metros en el estilo libre con registro de 2:03.38 minutos nunca estuvo en los planes. Por eso regresará a casa con sentimientos encontrados, esos que le hicieron asomar lágrimas mientras repasaba lo sucedido.
«Entré con fuerza y motivación, pero no salió como esperaba y estoy triste», dijo la muchacha de 20 años que redondea en esta ciudad un ciclo de novedades iniciado hace un año, cuando resultó medallista en el certamen centrocaribeño de San Salvador y luego finalista en la justa multideportiva continental celebrada en Santiago de Chile.
De estos y otros temas accedió a intercambiar muy rápido con JIT en la zona mixta de una instalación que le dejó impresionada, como el resto del ambiente en la villa olímpica.
¿Crees que hubieras podido acercarte más a tu marca de 2:00.70?
Desde niña he soñado con estar aquí, pero la realidad es que no logré el tiempo que quería. Soy una mujer que puede bajar de los dos minutos y mejorar ese registro y estoy insatisfecha con este resultado.
Es cierto que enfrenté hace poco una varicela y eso nos hizo variar los entrenamientos, pero creo que incluso, teniendo en cuenta eso, hubiera podido nadar mejor.
Accediste a los Juegos por una invitación y con solo 20 años estás viviendo el sueño de todos los deportistas… ¿Qué significado tiene eso ahora mismo?
Esto sobrepasó mis expectativas, es motivador estar aquí. Cuando entras a la villa es como una ciudad y estar rodeada de tantos campeones… nadar junto a los mejores del mundo es simplemente maravilloso.
¿Cómo calificas el ciclo que terminas aquí?
Es cierto que estoy cerrando un buen ciclo, porque no esperaba estar en un podio de los centroamericanos, ni llegar a la final de los panamericanos… fueron momentos buenos y que se completaron ahora con los Juegos Olímpicos.
En cada uno aprendí algo y para el ciclo que viene creo que seré otra Andrea, la que todos han esperado. Ser campeona en los juegos centroamericanos y participar en Los Ángeles 2028 están entre mis prioridades.
También fue un período de cambios. El estilo libre no era la especialidad más fuerte…
Cuando hicimos la preparación del relevo 4x200 mestros estilo libre para San Salvador 2023 tuve que hacer ese ajuste y entrenar muy duro. Entonces me di cuenta de que estaba más motivada y me sentía muy cómoda. En el estilo espalda llegué a un tope, porque el mismo peso y las piernas no me ayudaban, y el libre me dio la motivación que necesitaba. Dije «es mi estilo y voy a llegar más lejos con él».
Provienes de una familia muy ligada al deporte, ¿eso ha sido un reto?
Desde los cinco años estoy en el deporte, no me vería nunca fuera de una piscina… qué voy a hacer si no es en la natación. Le agradezco mucho eso a mi familia. Sé que el apoyo y la ilusión de ellos me ha llevado a conseguir buenos resultados, me ven como la niña pequeña que está logrando los sueños de todos.
UN APARTE CON LA ENTRENADORA
Detrás del crecimiento de Andrea como nadadora aparece el nombre de otra mujer, la entrenadora Luisa María Mojarrieta, artífice de mucho de lo contado. Como su pupila, la experiencia que va dejando el paso por París tiene un sabor agridulce.
«Sabíamos que no llegaba para rebajar de los dos minutos, pero sí creo que podía estar más cerca de los 2:01», dice sin dudar Lulú, como cariñosamente se le conoce entre los seguidores de este deporte.
«Considero que el prearranque es un estado emocional que surge sin que nadie se lo proponga y a ella hoy eso le traicionó», comentó, sin desconocer la deuda de entrenamiento que quedó tras la reciente enfermedad de Andrea.
«A veces son temas difíciles de explicar, porque pasan por muchas variantes y sobre todo, no podemos descuidar que es malo crear falsas expectativas», reconoció.
«Ella hoy, mentalmente, no pudo desarrollar su competencia», consideró la experimentada preparadora, segura de que el futuro se visualiza esperanzador y con buenas opciones de regresar al concierto olímpico en mejor forma.
«En septiembre Andrea comenzará una beca de World Aquatics y eso le va a ayudar mucho, estoy segura», adelantó Lulú, consciente de cuánto pesan los estrenos en escenarios tan impresionantes, pero sin esconder que, al igual que su alumna, soñó que este domingo fuera más feliz.
|